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miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 78


[Narra Harry]
Salí de casa de Blake un poco tarde asique me tocó aligerar el paso porque sino sabía perfectamente que Blake se enfurruñaría conmigo sino llegaba a la hora que habíamos quedado, siempre lo hacía.
Llegué a la esquina de la calle y vi a unos chicos en el sitio donde había quedado con ella, al principio pensé que eran una pareja pero entonces vi a Blake, su melena rubia era inconfundible, él chico que estaba con ella se inclinó y la besó, no podía creer lo que estaba viendo, Blake no se movía pero tampoco se apartaba, estaba rígida pero sus labios seguían pegados a los de ese chico. Me quedé parado a pocos metros de ellos y entonces ella me vio y no pude hacer otra cosa que salir corriendo. Blake me llamaba pero yo a penas la escuchaba o por lo menos quería hacer que no la escuchaba, ¿porque me había hecho esto? Después de todo lo que había hecho y pasado juntos, como podía irse con él.
Llegué de nuevo a la casa y recogí todas mis cosas lo mas rápido que pude apagué mi teléfono, no quería hablar con ella, no paraba de llorar y no me importaba que la gente me viera, cogí mi maleta, cogí un taxi y fui a casa de mi abuela, al único sitio donde podría ir sin dar explicaciones, por un momento pensé en irme de nuevo a Manhattan pero no me dejaron cambiar los billetes, asique no me quedaba más remedio. Cuando mi abuela abrió la puerta y me vio, simplemente me abrazó y me metió en casa, intentó hablar conmigo pero fue imposible, recordarlo me quemaba por dentro asique no insistió más, me levanté del sofá y fui a la que había sido mi habitación desde pequeño y me tumbé en la cama y comencé a pensar en todo lo que había ocurrido desde aquel día, empecé a arrepentirme de todo y volví a llorar como un bebé, aún no comprendía porque me había hecho eso, no había ningún motivo. Pasaron tres horas quizás cuatro y alguien llamó a la puerta y entonces la escuché.
- Tienes que dejar que le vea, por favor. Tengo que explicárselo.
- Blake es mejor que te vallas, no quiere hablar con nadie. - dijo mi abuela.
- Pero... tengo que... - Blake no terminó aquella frase y entonces escuche gritar a mi abuela desde la puerta.
- ¡Harry baja por Dios!
Me levanté de la cama de un salto, salí de la habitación y entonces la encontré en el suelo tirada en los brazos de mi abuela, estaba pálida como aquella vez en el lago, tenía los ojos hinchados de llorar y todo el maquillaje corrido por la cara, las manos estaban llenas de heridas en los nudillos y tenía sangré en los pantalones, por un momento me quedé paralizado , mi abuela gritaba pero yo lo la podía ver tendida en el suelo de esa forma.
- ¡¡Harry llama a una ambulancia, no respira!!
Cogí el teléfono de mi bolsillo y marqué. La ambulancia estaba en menos de cinco minutos en la puerta, una enfermera le rasgó la camiseta y empezó a hacerle el masaje cardíaco, pero ella no se movía y cada vez estaba más pálida, después de un rato consiguieron estabilizarla y entonces se la llevaron, instintivamente me monté en la ambulancia cogí su mano y comencé a mirarla, así durante todo el camino, cuando llegamos llamaron a su madre y en cuanto se enteró estaba conmigo en la sala de espera, me pidió explicaciones pero yo no sabía que decirle.
Pasaron los días y Blake seguía igual, no mejoraba ni siquiera había despertado desde aquel día, no me movía de allí aunque su madre insistía en que tenía que descansar pero no quería dejarla sola un segundo, yo sabía que se despertaría de un momento a otro como la otra vez y yo sería al primero al que le dedicaría su preciosa sonrisa, estaba seguro. No podía aceptar que estuviera en coma, eso nunca, solo estaba dormida, demasiado cansancio como las otras veces, me repetía a mi mismo.
Una semana después los médicos decían que todo estaba producido por su sistema nervioso que reaccionaba así ante situaciones extremas y a causa de esto perdía el conocimiento ante ciertas situaciones por las que se veía superada. Era viernes y me tocaba pasar la noche con Blake. Siempre que estaba junto a ella, la miraba y empezaba a hablarle con la esperanza deque algún día, me contestara pero no lo hacía, pero me daba igual aún así lo seguía haciendo. Aquel día me levanté después de dos horas y justo antes de salir Blake me habló.
- No me dejes sola... por favor. - dijo en un susurro.
- Blake ¿como estás? No espera no hagas esfuerzos, voy a llamar a la enfermera.
- No... quédate conmigo por favor. - la miré y me dio un vuelco al corazón, estaba llena de tubos y maquinas por todos los lados.- tengo... que... hablar contigo... necesito... expli... carte muchas cosas.
- No haga esfuerzos, respira poco a poco. - le cogí una mano y la besé, cuando volví a mirarla ella sonreía.
- Lo siento... Harry yo... no sabía que él estaría ahí ,no sabía que estaba esperando... debí hacerte caso y nunca debía... escucharle.
- Por favor, no hables te pondrás peor.
- No... me importa... quiero que sepas que tú eres y serás el único al que querré... toda mi... vida.
- No te preocupes ahora por eso, ya tendremos tiempo de hablar
- Blake, yo no me voy a ir a ningún sitio, siempre estaré a tu lado ¿recuerdas? Todo gira en torno a ti.
- Perdóname por favor. - Blake rompió a llorar. - sé que sin ti la vida no merece la pena, porque tú me enseñaste a vivir las cosas de un modo diferente.
- Lo sé, pero...
- No digas pero, porque eso significa que no puedes perdonarme.
- ¿Eh? No pienses eso... no es verdad, claro que te perdono.
- ¿Lo dices de verdad? O ¿es solo porque estoy en esta situación?
- De verdad Blake. - me acerqué a ella y le limpie las lágrimas de sus ojos, Blake puso su mano sobre la mía y volvía a tener esa calidez que me resultaba tan familiar.
- Aún así... tengo que explicártelo. Y no me digas que no.
No podía negarse a ello, escuchaba atentamente todo lo que me decía Blake, comprendiendo cada palabra y fijándome en cada detalle de su rostro al hacerlo, no paraba de llorar y eso me hacía sentir mal, decía que se arrepentía de haber venido, porque entonces nada hubiera pasado, y todo sería como antes.
- No merece la pena mirar al pasado, vivamos en presente, los dos juntos. - le dije al oído mientras la abrazaba.
- Prométeme que nos iremos en cuanto salga de aquí y que no volveremos en muchos tiempo, solo cuando sea necesario.
- Pero está toda tu familia aquí y tus amigos, ¿podrás vivir sin ellos?
- Siempre pueden venir ellos ¿no? Yo solo quiero una vida normal, sin preocupaciones y ser feliz sobre todo eso, ser feliz... Y si para ellos tengo que dejar todo lo haré lo hice una vez y volveré a hacerlo.
- Entonces lo haremos.
- Gracias por ser tan bueno conmigo Harry, por perdonarme todo esto, por aguantarme cada día.
- Cuando alguien está enamorado, hace lo que sea. Por amor se hacen grandes locuras. - volví abrazarla y cuando la tuve de nuevo en frente de mi, mis labios y los suyos se juntaron en perfecta armonía, poniendo un “para siempre” en ese beso.

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