D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 56

El primer día a causa del cansancio me quedé dormida en menos de dos minutos en brazos de Harry asique me tuvo que llevar a la habitación en brazos como hacía mi madre cuando tenía seis años. Esa noche volví a tener el mismo sueño que había contado a Harry aquella tarde cuando estábamos los dos sentados en la cama, estaba empezando a volverme loca, era ridículo que me sintiera tan nerviosa con él.
Al día siguiente cuando nos levantamos fuimos a dar una vuelta por los alrededores, Harry me enseño los paisajes que de pequeño si pasaba las horas muertas observando y en realidad no me extrañaba era realmente precioso todo aquello.

- Es alucinante todo esto, es como ver un cuadro pero en directo.

- ¿Ves eso de allí? - dijo señalando un pequeño embarcadero que había al otro lado del lago.

- ¿Que es?

- Allí es donde escribí mi primer poema de amor para la chica que me gustaba de clase.

- ¿Y funciono?

- No, ella pasó prácticamente de mi, prefirió irse con alguien mas malote que yo.

- Pues es una idiota no sabe lo que se perdió aunque mucho mejor porque ahora serás todo para mi. - dije abrazándole.

- La verdad es que como poeta era bastante malo, se me da mejor recitar que escribir.

- No sabía que te gustara la poesía.

- Hace tiempo que dejé de leerla, apenas tenía tiempo, cuando venía aquí me sentaba junto a ese muelle y me pasaba horas leyendo, daba igual lo que fuera pero siempre tenía un libro entre mis manos.

- Algún día tendrás que recitarme a mí un poema no importa que sea de otro autor, simplemente me basta con que lo digas tú.

- Lo haré, te lo prometo.

Nos fuimos hacia la casa de nuevo se nos había hecho un poco tarde eran las cuatro asique comimos algo rápido y después nos fuimos a dormir la siesta cosa muy rara en mi y ciertamente lo era, Harry se había quedado frito en cinco minutos y yo ni siquiera había cogido el sueño asique lo di por perdido y encendí la televisión pero no había nada entretenido, asique cogí mi libro y me fui al muelle a leer como Harry me había dicho.

Hacía buen tiempo fuera asique se estaba muy bien allí, caminé lentamente por el camino que llevaba al muelle contemplando lo que me rodeaba aquello era realmente precioso.
Llegué al muelle y me senté en una roca y comencé a leer mi libro Delirium, que me había regalado Kate por reyes, el libro era precioso aunque no entendía como la protagonista había podido vivir durante casi 18 años sin experimentar lo que era enamorarse perdidamente de otra persona y de como consideraba el amor una enfermedad que había que curar inmediatamente, eso si todo cambia cuando conoce a ese chico que la hizo cambiar de opinión.

Era cierto que el tiempo allí pasaba muy deprisa apenas me di cuenta de que ya había empezado a anochecer asique cerré de nueva el libro y me encaminé hacia la casa. Cuando llegué las luces estaban apagadas asique pensé que Harry seguiría durmiendo tal y como le dejé antes de irme pero cuando abrí la puerta y miré en el salón, él ya no estaba allí.

- ¿Harry? - le llamé mientras miraba por las habitaciones, realmente estaba empezando a asustarme de verdad. - ¿Donde estás en serio?
Entré en la cocina y allí había una nota sobre la mesa.

“Tienes 1 hora para arreglarte y ser la persona más preciosa del mundo, no tardes... ah y no vale salir de la habitación antes de tiempo”

Nada más leer la nota, hice caso a su petición y me puse a ducharme y a prepararme, me preguntaba cual sería la sorpresa que tendría Harry preparada para mi.
Fuera no se escuchaba ningún ruido o al menos yo no los había oído, cuando terminé de ducharme me fui hacia la maleta y me puse a vestirme, esta vez no tendría mucho donde elegir asique tardaría poco en decidirme en que ponerme, una vez termine de vestirme me puse a esperar a que pudiera salir de la habitación.

- ¡Blake! - gritó Harry desde fuera. - Puedas salir ya. - me miré en el espejo una vez más y abrí la puerta.
Fuera estaba todo oscuro y no se veía nada, avancé por el pasillo muy despacio para no toparme con nada y entonces llegué al salón y vi una nota encima de la mesa.

“ Creo que la luna se ve mucho mejor desde fuera”

Deje la nota otra vez encima de la mesa y me fui corriendo hacia la puerta y vi un pequeño pasillo hecho con velas que se dirigía a la parte de atrás de la casa.
Hacía buena noche a pesar de que estábamos en febrero se podía estar fuera sin necesidad de estar con el abrigo puesto. Cuando llegué al final Harry estaba esperándome allí.

- ¿Que es todo esto?

- Pensé que te gustaría.

- Pues claro que me gusta, desde que hemos llegado no paras de hacerme cosas, gracias. - me acerqué a él y le besé.

- No me des las gracias, esto no es solo para ti sino también para mi.

- Me da igual, tu haces todo perfecto. - le volví a besar. - ¿cenamos? La verdad es que me muero de hambre.

Nos sentamos a cenar y despues nos sentamos los dos muy acurrucados en una especie de sofá que había puesto enfrente de la laguna donde pudimos ver la luna tal y como yo había imaginado solo que en mis sueños el sueño no terminaba precisamente abrazados con una manta encima mientras mirábamos la luna, pero no me importaba en ese momento, poco a poco me fue venciendo el sueño y caí dormida apoyada en el hombro de Harry.