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miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 97

Caía la primera tormenta de verano en Manhattan.
Mientras Harry y yo nos acurrucábamos en el sofá de su apartamento, fuera hacía un día de perros que te ponía de mal humos de solo asomarte a la ventana.
- Odio estos días, no se puede hacer nada. - dije cruzándome de brazos.
- Venga no es para tanto seguro que mañana hace bueno y podremos hacer todo lo que teníamos pensado para hoy. - dijo dándome un beso en la coronilla.
- Pero de da mucha rabia quedarme en casa. Lo único bueno es que estás conmigo, sino hubiera muerto de aburrimiento.
- ¿A donde iba a ir con este tiempo? -dijo como si fuera lo mas evidente del mundo.
- Pues no sé, podrías haber ido a casa de tu madre.
- Claro y dejarte aquí sola. Además estos días así no los cambiaría por nada del mundo.
- ¿Como cuales?
- Estos cuando intentas decir que odias estos días porque no puedes salir, cuando en verdad lo que te pasa es que odias las tormentas porque te asustan los relámpagos. - dijo muy seguro.
- ¿Qué dices?. - me miró seriamente. - Vale es verdad me dan mucho miedo las tormentas, no soporto ese ruido, se me ponen los pelos de punta. Pero... ¿Como lo has sabido?
Me bastó con mirarte una noche de inviernos que cayó una como esta.
Aquella noche se fueron las luces del vecindario y me acurruqué aún mas junto a ti en la cama.
- Sí casi me tiras. - dijo riéndose - pero de no ser por aquella noche nunca me lo hubieras dicho, eres una orgullosa y siempre intentas que nadie note tus miedos, por si alguna vez lo usan en tu contra.
- Harry me das miedo, incluso hay veces que pienso que puedes leerme el pensamiento, es como aquella vez que me dijiste todo lo que me gustaba y yo no lo había mencionado.
- No es nada de eso, simplemente es que con una mirada basta para saber todo lo que te pasa por la mente. Eres transparente Blake, pero solo en algunos momentos.
- ¿Y cuales son esos de los que no sabes nada?
- Creo que solo es cuando duermes.- dijo con media sonrisa.
- Al contrario que tú.
- ¿Yo?
- Hablas en sueños por si no lo sabías. De vez en cuando sueltas algunas cosas que nunca me enteraría de no ser por esos momentos.
- ¿Como que?
- Pues sin ir más lejos de lo primero que pensaste de mi cuando chocaste conmigo. Siempre me has dicho que nada más verme supiste que estábamos destinados de algún modo con solo una mirada, pero nunca me dijiste que todo lo anterior se te borró de un plumazo.
Tampoco me has dicho lo que te pasó con tu ex y porque acabó la relación y tampoco me dijiste que ayer la volviste a ver en tu casa cuando fuiste a visitar a tus padres después de nuestras vacaciones.
Harry se quedó pálido, al principio me miraba buscando mis ojos pero yo no podía levantar la vista del suelo, Harry cogió mi barbilla con su mano y me obligó a mirarle. Dí un largo suspiro y empecé a hablar de nuevo.
- No quiero pensar nada malo sobre esto... pero se me está haciendo un poco difícil, no hacerlo, confía en ti y por eso no quiero sacar ninguna conclusión al respecto sobre nada. - busqué la mirada de Harry pero miraba para otro lado.
- Blake es cierto que no te lo he dicho pero no pretendo poner ninguna escusa estúpida para convencerte de algo que te vas a enterar tarde o temprano.
- ¿Pasó algo?.- dije con voz temblorosa. Crucé los dedos para que la respuesta fuera un no rotundo.
- No, no pasó nada, pero es que al verla, todo volvió a mi mente y bueno no pude quedarme allí, tenía que salir, por eso mi madre me dijo que me fuera que ella se lo explicaría a mi padre. ¿de verdad creías que había pasado algo?
- Cuando lo escuché pensé que todo tendría una explicación y confié en ti, pero cuando has dicho que me iba a enterar tarde o temprano me ha dado un vuelco el corazón. No quiero pasar por lo mismo dos veces. Harry si tienes que decirme algo hazlo pero no te lo calles, puede contármelo, no voy a juzgarte y lo sabes.
- Hay ciertas cosas que no sabes sobre mi pasado. - Harry cogió mi mano y vi que estaba temblando.
- Dímelo por favor. - le supliqué con rapidez. - tú escuchaste todo mi asado ya es hora de que escuche yo el tuyo.
[Narra Harry]
- Bueno tal vez sea un poco raro pero te juro que es la verdad. - dijo en un susurro. - mi madre cuando yo solo era un niño, se divorció de mi padre y nos mudamos a Manhattan cuando yo tenía siete años. Viviendo aquí mi madre empezó a trabajar como diseñadora de interiores de una empresa privada y conoció a mi padrastro, Samuel.
- Hasta ahí lo sé todo, me lo has contado. - dijo algo nerviosa porque continuara.
- Samuel, al principio era genial, nos llevaba a todos los lados, trataba de maravilla a mi madre y la cuidaba muchísimo hasta el punto de que nos eclipsaba y llegó un tiempo en que casi no veíamos a nuestra madre. Gemma por ese tiempo tenía unos 16 años y una noche al volver mi madre de una cena, discutieron y Gemma acabó yéndose de casa, yo no entendí porque había hecho eso y mi madre no quiso explicármelo. A la semana Gemma volvió y las cosas volvieron a la normalidad, aunque solo fuera por un tiempo. Cuando cumplí los doce años mi madre se casó con Samuel y formamos una familia, a mi no me afectaban mucho esas cosas pero a Gemma si, no se fiaba de Samuel y acabó por contagiarme a mi esa desconfianza pero solo en algunos momentos. Después de la boda a Samuel le dieron un nuevo puesto en la empresa junto a uno de sus grandes amigos, Nico Holmes, donde hacían grandes progresos.
Nico venía a cenar a casa muchas veces y una delas veces la trajo a ella, a mi ex novia, Tiffany. Al principio eramos amigos pero cuando cumplí los 16 sin pensarlo le pedí salir y bueno empezamos una relación, mi padrastro estaba muy orgulloso y muy feliz de que su “hijo” estuviera con la hija de su mejor amigo, lo que yo no sabía es que todo era con doble sentido.
- ¿A que te refieres?
- Pues que a él le convenía esa situación para estrechar alianzas en ambas familias. Con Tiffany fue con la chica que viví todo y yo si la quería, pero ella a mi no.
- ¿ Como que ella a ti no? Esta loca, como no va a querer a alguien como tú.
-Supongo que en un principio si me quería de verdad pero las cosas cambiaron, ella iba aun colegio de la alta sociedad femenina en Manhattan y sabes como se las gastan allí, Tiffany no quería un novio detallista ni romántico, mientras que fuera guapo y estuviera a sus pies cuando ella lo deseaba le bastaba y ese fue mi peor error. Mientras yo me enamoraba más y más de ella y entregaba todo de mi, ella mientras estaba con otro, solo hasta que por fin se acostó conmigo, en ese momento no me arrepentí de nada, pensé que era el momento adecuado pero, aunque para mi si lo fuera para ella fue como una vez cualquiera. Al poco tiempo me enteré de su aventura por así llamarlo con aquel tío y resultó ser un compañero de mi equipo de fútbol, al cual había conocido en uno de mis partidos. No me sorprendió mucho, Louis que por aquel entonces ya eramos inseparables me había avisado de algún rumor que había escuchado por los vestuarios pero nunca le creí hasta que lo vi con mis propios ojos.
Quedé con ella esa misma tarde y la dejé sin darle un motivo, no quería que supiera que lo sabía, pro eso me callé, al llegar a casa mi madre no estaba y mi padrastro me pidió explicaciones. Yo no me molesté en escucharle y me fui ami cuarto, estaba echo una furia asique entró en mi habitación y empezó a gritarme y a decirme que debía de volver con ella o sino todo lo que había planeado se echaría a perder y entonces me di cuanta de todo, su padre la había obligado a estar conmigo para su propio beneficio y el de mi padrastro.
- Harry yo... lo siento mucho.
- Ahora ya no importa pero en ese momento habría dado lo que sea por haberte conocido antes. Pero después de eso me dediqué a liarme con todas las que se me pasaban por delante, sin importarme nada ni siquiera si despertaba algún tipo de sentimiento en ellas, solo lo hacía por placer y me convertí en un monstruo que solo miraba en si mismo y le importaba bien poco los demás. Pero entonces apareciste tú y cambiaste mi forma de ver el mundo y supe que contigo sería diferente que tendría que ganarme tu amor y que no eras como las demás, eras increíblemente diferente al resto, eras única.
- ¿Por que no me lo has dicho antes?
- Porque es una época de la que me avergüenzo, porque no entiendo como me pude comportar de ese modo.
- A mi no me importa, sé que tú no eres así. - Blake se acercó a mi y me dio un dulce beso en los labios. - asique esa es la razón por la que nunca me hablaste de esto, por tu pasado.
- Sí, no quería que pensaras que yo era así, por eso cuando ayer la vi en mi casa quise hacer como si no hubiera pasado nada. Pero por lo que veo mi subconsciente me ha traicionado.
- Yo me lo he tomado como algo positivo, ahora sé todo sobre ti, como aquella obra que empezamos en la universidad ¿recuerdas? “LA VERDAD SOBRE MI” y no tienes porque avergonzarte de nada. La idiota fue ella por dejarte escapar, pero mirándolo bien a mi me ha venido de perlas. - dijo con una sonrisa radiante.
- Gracias por entenderme.
- No tienes que darme las gracias después de los discursos que te he echado desde que nos conocemos, ya era hora de yo aguantar los tuyos, de eso trata una pareja ¿no? De ser sinceros el uno con el otro,asique la próxima vez dímelo directamente, sin ocultarme nada porque entonces me empiezo a pensar cosas que no son y la liamos, que ya sabes que estoy como una cabra.
- Lo sé
- Pero que tonto que eres Harry. - se subió encima de mi y me dio un beso en la mejilla. Aquella mañana sentí que me quitaba un peso de encima, Blake sabía todo la verdad sobre Tiffany y eso me hacía respirar tranquilo.

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