D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 95

Solo faltaban tres días para irnos de aquel paraíso, por una parte me daba pena tener que irme de allí pero por otro lado tenía ganas de volver a casa.
Dos días antes de irnos recibimos una visita inesperada.
Mi padre estaba de visita y se había traído con él a una amiga , aunque yo sabía que esa mujer era algo más que una amiga para mi padre por mucho que el lo negara.
Amelia me dijo mi padre que se llamaba. Era una mujer alta y delgada y tenía el pelo castaño, se notaba que era más joven que mi padre,no es que mi padre fuera un carcamal pero casi se acercaba a los cincuenta y ella debería de tener unos 41 a lo sumo.

Mi padre durante la cena estuvo preguntando que ta las vacaciones en los Hamptons a lo que yo respondía con respuestas cortas que Harry intentaba alargar para que mi padre no viera lo enfadada que estaba con él. Tal vez fuera un poco egoísta pero esa mujer no era digna de mi padre, no se la veía tan buena persona como parecía ser, algo tramaba de eso estaba segura. Después de cenar mi padre dijo que se tenían que marchar pronto porque Amelia tenía que ir a visitar a su familia que vivían allí y esa fue la gota que colmó el vaso. Mi padre había venido simplemente de pasada sino no se hubiera dignado a aparecer.
Le despedí en la puerta y a ella la dije un simple adiós y después subí a mi cuarto a tumbarme en la cama y empecé a llorar como una idiota.
Al momento Harry apareció por la puerta y me abrazó.

- Es que no puede ser Harry. - dije entre lagrimas. - ¿a que viene con esa señora a casa?

- Tú padre es joven y puede enamorarse de nuevo. - dijo consolándome en su hombro. - no te pongas así, eso podía pasar.

- Lo sé pero eso no es lo que me molesta lo pero es que... - no me salían las palabras de la rabia que tenía por dentro.

- ¿Que Blake? Dilo te quedarás mejor.

- Que no se ha molestado en llamarme en estas tres semanas ni una sola vez y encima no ha venido aquí simplemente por el hecho de verme... sino porque la familia de esa vive aquí cerca, sino no se hubiera dignado aparecer. Y créeme en estos momentos lo prefiero. Es como si ya no le importara.

- No digas eso Blake, claro que le importas.

- Vivimos al lado y ¿cuantas veces a dicho de ir a cenar juntos los tres o simplemente conmigo, cinco veces como mucho y más sabiendo que vivimos casi pegados?, son demasiados detalles Harry, mi padre no era así.

-¿Y porque no hablas con él? Puede que te ahorres mas de un disgusto, además no me gusta verte triste Blake.

- Lo siento no quería que lo pasaras mal por mi culpa, ha sido una tontería. Puede que tengas razón y deba hablar con él.

- Ves así me gusta, que sonrías siempre.

- Casi se me olvida, mañana por la mañana tengo una sorpresa para ti.

- ¿Y eso?

- Porque me da la gana, ya es hora de que te devuelva alguna de las cosas que tú has hecho por mi. Y sin protestas ya lo sabes.

- Como tú mandes.

La noche se pasó volando y a las siete y media de la mañana saqué a
Harry de la cama casi a rastras.

- Vamos Harry que vamos allegar tarde. - dije tirando de él.

- Es demasiado temprano para mi.

- Venga verás como merece la pena, es algo que querías hacer desde hace mucho tiempo.

Nos montamos en el coche y mientras conducía Harry cantaba las canciones que estaban en la radio sabiendo perfectamente que ninguna de ellas le gustaba.
Llegamos a un embarcadero que no quedaba muy lejos de casa y entonces salimos del coche.

- ¿Dónde estamos? - preguntó impaciente.

- ¿Recuerdas que dijiste que te haría mucha ilusión hacer submarinismo?

- Sí pero... ¿vas a hacer submarinismo conmigo? Pero si te da miedo el agua a esa profundidad.

-Sí pero me da igual lo haremos juntos, es mi otro regalo de aniversario, sabía que te encantaría hacerlo algún día y en cuanto lo vi me pareció una buena idea para despedirnos de todo esto.

Harry me abrazó y me dijo que era la mejor que le podía haber regalado, llevaba años pidiéndole a su madre una expedición de submarinismo durante años y nunca lo había hecho y justamente , yo con haberlo comentado solo una vez había hecho posible su sueño desde que era un niño.
En ese momento me sentí muy especial y de alguna forma vi que le había recompensado por todo lo que él me había hecho por mi en esos últimos meses.

Cuando vino el instructor a decirnos que debíamos hacer a mi me entró miedo, me daba la sensación de que me iba a encontrar a un tiburón allí abajo a pesar de que allí no había tiburones, solo peces de colores, coral enormes, caballitos de mar y puede que algún delfín pero aún así,tenía cierto reparo pero Harry estaba tan ilusionado con esto que hice de tripas corazón por él e intente desvanecer todos mis miedos hacia el submarinismo.
Montamos en la barca que nos conducía hacia el lugar donde haríamos la sumersión. El traje de neopreno era bastante incomodo a pesar de todos los añadidos que llevaba consigo pero no importaba tenía que hacerme a la idea.
Antes de saltar Harry me cogió de la mano y juntos nos sumergimos en el agua. Al principio no veía nada y solo intentaba buscar la mano de Harry para no perderme, poco a poco todo se fue aclarando y le vi enfrente de mi asintiendo para que continuáramos hacia delante.

El fondo del océano se abrió antes nosotros, todo era tan bonito que te quedabas sin respiración, miles de peces pasaban a tu alrededor como si fueras alguien más de su ecosistema, algunos huían al vernos pasar pero otros pasaban plácidamente a tu lado. Era algo inimaginable