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miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 99 (2ª Parte)

La cena empezó como cualquier otro los comensales de cada mesa charlaban entre ellos sobre temas que a mi sinceramente no me importaban, tampoco es que estuviera muy puesta en política por lo que casi no hablaba de nada, excepto algunas palabras con Harry y su madre. Su padre me observaba desde la otra punta de la mesa y después miraba a su mujer y cada vez que hacía eso mi cabreo aumentaba por momento y eso se me notaba en la cara, eso y unas cuantas miradas asesinas que se me escaparon.
Retiraron la cena y llegaron los postres a cual mejor, todo había que decirlo, aunque los postres de mi madre seguían siendo los mejores del mundo. El padre de Harry se levantó d ella mesa y se fue hacia un escenario que había cerca de la mesa. Subió al púlpito y empezó a dar las gracias a todos los que había asistido aquella reunión tan importante para el sus socios de la empresa, sinceramente aquellas palabras pasaron desapercibidas cuando una morena despampanante entró en la sala con un mini vestido rojo y se sentó en nuestra mesa. Aquella chica me miró un me dedicó una sonrisa hasta que vio que Harry estaba a mi lado y su expresión amable cambió a una cara desdeñosa y entonces supe a la perfección quien era aquella tía. Tiffany.
Su padre continuaba con su discurso y yo mientras no le quitaba ojo a la zorruna que había entrado por la puerta hacía unos escasos minutos, Harry me dio cuanta y apretó suavemente mi rodilla por debajo de la mesa. Por fin terminó aquel horrible discurso y Tiffany se levantó de sus silla y le dio un beso al padre de Harry y supuse que el otro hombre sería su adre y el mejor amigo de Samuel. Después volvió a mirarme y se acercó hasta Harry.
– Harry, como me alegro de que hayas venido. - me dio un pequeño empujón y le dio dos besos a Harry ignorándome por completo. - estás muy guapo. Espero que esta vez te quedes más tiempo el otro día en tu casa apenas hablamos, es más te fuiste nada más entrar.
– Digamos que no me apetecía estar en casa. Tiffany esta es Blake, no sé si te habrán hablado de ella.
– Oh valla. - dijo como si se sorprendiera de verme la muy guarra. - yo soy Tiffany, su ex y una buena amiga de la familia. - dijo acercándose para darme dos besos. Estaba asqueada pero aún así se los di.
– Sé quien eres tranquila, no hace falta que lo recalques. - dije en tono cortante. - me han hablado de ti, en alguna ocasión.
– Me alegro mucho entonces. - se volvió hacia Harry y volvió a ignorarme y por un momento tuve muchas ganas de pegarla un tirón de pelos pero me controlé. - bueno voy a saludar ala gente, nos vemos Harry.
Cogí el bolso de mi mesa y me fui al baño, necesitaba agua fría.
– ¿Dónde vas?. - dijo Harry cogiéndome por el brazo.
– Voy al baño. - me deshice de sus mano y me fui al baño directamente sin mirar a ningún sitio. Cerré la puerta con el pestillo y me miré al espejo varias veces para verme la cara, estaba muy pálida y tenía ganas de vomitar, y esos era culpa de los malditos nervios. Intenté tranquilizarme echándome agua en la cara y respirando hondo unas cuantas veces, comprobé que el maquillaje no se hubiera corrido y volví a salir. Lo primero que hice fue buscar a Harry y no le veía por ningún lado y mi corazón se empezó a acelerar al igual que mi respiración.
– Si le estás buscando está con su padre. Puedes estar tranquila. - dijo Tiffany detrás de mi.
– No tengo motivos para estar nerviosa, si es lo que crees.
– Tú cara no dice lo mismo Blake. Además si intentara quitártelo ya lo habría hecho, yo no me ando con juegos. Fui su primer amor y dice que eso no se olvida, pero puedes estar tranquila.
– Pues para ser el primero no diste muy buen ejemplo que digamos.
– Mira no pienso discutir contigo, pero recuerda que yo siempre estuve antes que tú y cuando quiera le tengo comiendo de mi mano, además su padre me adora, por si no te has dado cuanta.
– ¿Y eso que importa? De que sirve que te quiera su padre y él interesado no, Tiffany eres penosa y jamás le tendrás comiendo de tu mano, de eso puedes estar segura y más vale que no juegues con lo que no debes y con quien no deberías hacerlo.
– ¿Perdona que has dicho?. - dijo atónita.
– Que eres penosa y que no juegues conmigo porque puedes salir muy mal parada ¿lo entiendes? Sé como sois las de tu clase y luego no valéis para nada, asique no te metas en algo que no deberías.
– Mira estúpida, Harry es buen chico pero en cuanto una tía buena se le pone a tiro, todo lo que tiene lo deja atrás. Tú no le conoces.
– Creo que te has confundido esa eres tú y aquí la única que no le conoce eres tú. Nunca has sabido apreciarle cuando lo tuviste y ahora que lo has perdido lo quieres recuperar y no cuentes con ellos y creo que ni tu padre pueda conseguírtelo por mucho dinero que tenga. Y ahora si me disculpas me voy con mi novio.
Me quedé muy agusto después de haberla dicho todo aquella a esa... bueno mejor era omitir todas las cosas que pasaban por mi cabeza. Fui andando por el enorme jardín cuando encontré al padre de Harry que se acercó a mi.
– ¿Puedo hablar contigo Blake? No tardaré mucho. - prometió.
– Claro que si.
– Verás no se si sabrás lo importante que es Harry para mi, para mi es como si fuera mi hijo biológico y quiero lo mejor para él. - dijo ofreciéndome un brazo para que me agarrara a él.
– Supongo que eso es lo que quieren todos los padres para sus hijos. No me sorprende que piense así.
– Por eso quiero que Harry sea un hombre de provecho tanto en su caso como en el trabajo y para eso tiene que escoger a la mujer adecuada ¿no te parece?
– Disculpe si le parezco una desvergonzada pero esa decisión debería dejar que la tome él, no usted.
– Cierto y eso es lo que Harry no me perdonará nunca. - no entendía lo que me quería decir así que no contesté. - verás Blake, yo siempre obligué a Harry a hacer lo mejor para su futuro y para el mio, supongo que te lo habrá contado.
– Algo mencionó alguna vez.
– Bien pues algunas de esas partes quiero mantenerlas.
– ¿Qué quiere decir con eso?. - dije mirándole con el ceño fruncido.
– Verás no niego que tú le quieras y que él te quiera a ti, pero yo pienso que no es lo correcto.
– ¿Perdone?
– Blake, puede que pertenezcamos a las mismas sociedades pero puede que tus padres tengan unas expectativas para ti que yo para Harry no las tengo, y eso os hace diferentes. Ahora puede que no lo veáis pero ¿qué pasará cuando terminéis la universidad y él tenga que irse fuera del país o lo tengas que hacer tú por asuntos de trabajo?.
– Eso no importa y lo sabe.
– Piénsalo Blake... ¿crees que Harry renunciará a todo por ti? No creo que haya cambiado tanto como dicen. - aquel hombre estaba rozando el límite con sus palabras, aquellas que ya había visto venir desde lejos y que tanto temía escuchar.
– Miré si algo me han enseñado en la vida es que no tienes que conformarte con lo que se te presente que siempre tienes que luchar por lo que quieres y pensar que siempre es posible conseguirlo y nada ni nadie debe destruir tus sueños y expectativas, sea quien sea y digan lo que digan. Sinceramente sus palabras me importan bien poco y usted no podrá elegir por Harry toda la vida y eso debería de saberlo, que le odia, si puede, pero creo que ese odio se lo ha ganada usted a pulso, por su comportamiento, obligandolo siempre a hacer lo que el no deseaba a pesar de que a él eso no le hiciera feliz, solo para su propio beneficio ¿y después me viene con el cuento de que su hijo le odia? ¿y que esperaba? Que le recibiera con un abrazo. Está muy equivocado si piensa que voy a dejar que le meta inventos a Harry en la cabeza para que vuelva con lo que a usted le conviene, por muy padre suyo que sea. - apenas me reconocía mientras le decía esas palabras al padre de mi novio a la cara, sin importarme un bledo las consecuencias que eso traería consigo. - y mire siento mucho no ser la mujer perfecta para su hijo, pero mientras que para él lo sea, lo que piense me trae al pairo.
El padre de Harry estaba impactado antes aquellas palabras pero me daba igual, tenía que decírselo y quedarme agusto conmigo misma. Cuando terminé me solté de su brazo y con la cabeza alta me fui de nuevo hacia la reunión , con la esperanza de no encontrarme a nadie y mucho menos a Harry pero estaba esperándome en la recepción.
– ¿Te lo ha dicho verdad?. - dijo mirándome mientras me abrazaba. Yo por mi parte no podía hablar porque si lo hacía las lagrimás empezarían a brotar por mis ojos y no quería hacerlo. - No hables sino quieres, no tienes porque hacerlo.
– Vayámonos por favor. - dije reprimiendo un sollozo. Harry volvió a mirarme y su cara cambió de repente,me soltó y fue corriendo hacia su padrastro y le dio un puñetazo en plena cara y lo tumbó en el suelo. - ¡¡Harry, para!!
– ¡No, no voy a parar, estoy harta y quiero que todo el mundo se entere de lo que es este tipo, al que me hacen llamar padre! Si como lo oyen detrás de esa facha de bueno que tiene se esconde el peor de os monstruos y durante años nos has engañado a todos pero a mi no, ya no.
La gente miraba horrorizada la escena que estaba pasando, el padre de Harry sangrando en el suelo y mientras dos hombre sujetaban a Harry para que no fuera a por él de nuevo. Gemma vino corriendo hacia mi y me abrazó con fuerza al ver como temblaba. Ana su madre miraba su hijo y empezó a llorar mientras asentía con la cabeza, dándole la razón a su hijo.
– Ahora papá que están todos delante diles lo que has hecho durante años, en tus viajes de negocios díselo a todos para que puedan ver como eres. Díselo a mi madre, la que siempre te ha esperado en casa durante semanas y sin una llamada. Dilo. - Harry se intentó zafar del abrazo de aquellos dos hombres, pero le fue imposible.
– Harry deja de decir tonterías, yo solo quiero lo mejor para todos.
– ¿Para todos? Y una mierda, solo te preocupa tu reputación y te da igual a quien tengas que pisotear. Y a mi madre no lo vas a hacer más. - Gemma me soltó y fue hacia Harry le cogió la cara entre las manos e intento que le mirara a los ojos.
– Harry basta esto no lo tienes que hacer aquí, vete con Blake lo está pasando muy mal. Por favor. - él pareció hacerla caso y aquellos hombres le soltaron.
– ¿Veis aquella chica?. - dijo señalándome. - es la única que me ha hecho darme cuenta que yo valgo mas de lo que yo creía o por lo menos de lo que me hacían creer y me enseñó a ver la vida de forma diferente y a confiar en mi mismo, por eso la amo con todas mis fuerzas y nada ni nadie. - dijo mirando a su padrastro. - me va a hacer que la deje jamás. Ya pueden continuar con la velada señores, el espectáculo ha terminado.

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