D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 58

Probablemente si dijera que esta mañana no era la mas maravillosa de todo mi vida mentiría al hacerlo, porque si que lo era.
El sol empezó a colarse por los huecos de las persianas y me estaba dando directamente en la cara, sentía un pequeño cosquilleo en mi espalda como si alguien estuviera haciendo ochos en ella y así era, Harry estaba haciendo formas en mi espalda con el dedo índice para que me despertara, me giré un poco hasta que puse mi cara en el hueco de su hombro, me daba vergüenza mirarle despues de lo que había pasado anoche. Harry me dio un el hombro pero yo no quitaba la cabeza de ahí, estaba colorado como un tomate de solo recordar lo que pasó, había sido precioso pero me daba la sensación de que podía haberlo hecho mejor de lo que lo hice.

- ¿Que te pasa Blake?

- Nada.

- ¿Entonces porque no me miras? ¿te da vergüenza?

- Sí.

- ¿Pero porque? Anoche fue lo mejor que nos ha pasado y sinceramente estuvo genial, bueno que digo que genial, fue alucinante.

- ¿En serio? - Dije levantando un poco la cabeza para mirarle.

- Pues claro que si Blake, te quiero vale, no sé para ti pero para mi ha sido... no sé es difícil de explicar.

- Para mi también. -dije incorporándome y tapándome con la sabana. - fue muchísimo mejor de lo que me imaginaba Harry . - y de nuevo mis mejillas empezaron a arder.

- Me gusta cuando te pones así, cuando te ruborizas.

- A mi no debo de estar horrible, además mira que pelos que tengo.

- Siempre igual nunca cambiaras ¿eh? - tiró de mi y me puse encima suya a besarle, todo había sido increíble, incluso ahora lo estaba siendo. - Espera voy a traerte el desayuno ¿vale? . - Salió de la cama, se puso los calzoncillos, me dio un beso y me dejó en la habitación.

Una vez sola hice un largo suspiro y me dejé caer en los grandes almohadones que tenía detrás de mi, me llevé las manos a la cara y sonreí como una idiota, después me metí en el baño de la habitación y me miré en el espejo, era extraño pero sentí que mi cuerpo no era el mismo, que algo en él había cambiado, me sentí diferente pero no me importó lo mas mínimo adoraba esta sensación. Salí y me puse una sudadera corta y unas bragitas y me fui a la cocina y allí no había nadie, Harry había dejado en el fuego las cosas donde supuestamente iba a hacer el chocolate caliente, asique me puse a darle vueltas para que no se quemara y apareció Harry abrazándome por la espalda y dándome un beso en la nuca.

- Te lo iba a llevar a la cama, impaciente

- Si no hubiera venido hubiéramos salido ardiendo.

- Exagerada. - y volvió a besarme. - ¿que quieres que hagamos hoy?

- Nada.

- ¿Nada?

- Sí, quiero quedarme aquí contigo sin hacer nada, solo estar juntos.

- Eso lo hacemos siempre Blake, además yo quería llevarte en barca por el lago y llegar a la otra orilla.

- Está bien, pero remarás tu jajaja

- Como lo sabía, mira que tienes morro.

- ¿Yo? Encima, yo soy la señorita a la que tienen que llevar, no la mula de carga. . - los dos comenzamos a reírnos, me dí la vuelta y abracé a Harry pegando mi mejilla a su pecho. - Prometeme que siempre estaremos así, sin peleas, sin berrinches, sin complicaciones...

- Prometido, pero eso no se puede saber nunca.

- Bueno yo me quedo mucho mas tranquila si me lo dices. Te quiero Harry.

Después de desayunar, nos encaminamos hacía el pequeño embarcadero donde había estado la tarde anterior.

- ¿Estás seguro de que llegaras hasta allí?

-Claro que si, sino ya lo veras.

Nos montamos en la barca y empezó a remar, pero mas que avanzar solo sabíamos dar vueltas en circulo.

- Esto es lo que llamo yo dar una vuelta en barca jajaja

- Ja ja ja que graciosa, ahora verás. - Harry se levantó y vino hacia mi, yo me puse de pie de un salto y al final acabamos cayendo al lago.

- ¡DIOS ESTÁ HELADA! .- gritaba como una loca salpicandole en la cara. - ¡ME VA A DAR UNA HIPOTERMIA!

- Shh, ven anda vamos a subir. - Harry me empujó por el culo para que subiera pero fui inútil la barca se dio la vuelta y él no paraba de reírse, tenía el pelo empapado y ya no estaban sus encantadores rizos pero aún así estaba igual de guapo y encima al tener la camisa empapada se le notaba los pectorales y no pude evitar quedarme embobada.

- Vamos anda, que al final nos pondremos malos, no ha sido muy buena idea eso de ir en barca.

- Creo que no, como coja pulmonía por tú culpa, te mataré que lo sepas.

- Bueno, yo sé como darte calor. - Harry llegó hasta mi y empezó a besarme por el cuello, las mejillas, la comisura de los labios, hasta que llegó a ellos.

- Creo que esto funciona. - dije sonriendo.

- Te lo dije. - él siguió besándome, era cierto que el frío se iba pasando poco a poco, pero el deseo también lo estaba haciendo, enrosqué mis piernas en su cintura y el puso sus manos en mis muslos para sujetarme. - Creo que esto sería mejor en otro sitio.

- Puf tienes razón, anda vamos a casa. - resopló una vez más e intentamos subir de nuevo a la barca pero al ser inútil, fuimos andando hasta la orilla.