Follow me, please :)

lunes, 25 de junio de 2012

Diario de Blake 2ª Parte / Capitulo 110


Era un tarde tranquila en Manhattan aquel día me quedé sola en mi apartamento, Kate se había ido a hacer senderismo con Louis, Harry estaba en casa de su madre como todos los jueves y Mike estaba muy ocupado con su nuevo amigo James. Niall y Taylor seguían cada vez mejor con su relación y Liam y Zayn habían encontrado a dos chicas muy simpáticas amigas de Mike en la fiesta y se estaban conociendo. Asique supuse que habrían salido con ellas pero aún así no sé si habría quedado con ellos sola. Me daba un poco de corte.

Como no tenía nada que hacer me puse a ver una película de las miles que Kate tenía en su estantería, no buscaba ninguna en concreto asique vi In Time. Que por cierto me encantó no había visto una película tan buena en años. Aunque últimamente casi no había pisado el cine, eso solo lo solía hacer con Vicky.
Después de ver la película decidí irme a dar una vuelta por la ciudad, hacía bastante calor asique me puse un blusón ancho y unas sandalias y me fui a la calle. Empecé a andar y sin darme cuenta acabé en Times Square y me vino a la mente las frases que Harry me había dicho en aquellos carteles sobre todo uno y la más importante. Lo que significaba un para siempre a mi lado. Me quedé mirando a aquellas pantallas durante un rato antes de continuar con mi paseo.
Entré en un Starbucks y me compré un frapuchino de chocolate y seguí de nuevo con mi camino, iba andando y mirando escaparates cosa a la que ninguna mujer que viviera en Manhattan se pudiera resistir pero entonces llegué a una tienda de instrumentos musicales y vi el piano de cola negro más bonito que había visto en la vida, sin dudarlo un segundo entré.

- Buenos días joven, puedo ayudarla en algo. - dijo un hombre bastante mayor detrás del mostrador.

-Sí verá... quería saber si ese piano del fondo está en venta.

- Claro que sí, ¿te gustaría probarlo?

- ¿Lo dice en serio? Me encantaría hacerlo.

- Acompañame entonces.- el hombre me acompaño hacia el enorme piano de cola, era lo más bonito que había visto en la vida, me invitó a sentarme en aquel sillón de satén negro y me hizo un gesto para que lo probara.

- Hace tiempo que no toco.

- Lo bello nunca se olvida, adelante. - aquel hombre parecía muy interesado en que hiciera sonar aquel piano. Sin pensarlo más empecé a tocar, el piano estaba afinado y las teclas eran suaves al tacto de mis dedos contra ellas, la melodía pronto invadió la tienda entera recorriendola hasta cada rincón. Poco a poco fue acabando hasta que el piano dejó de sonar.

- Es un piano estupendo.

- Lo es, fue mi compañero durante muchos años.

- ¿Era suyo?. - dije sorprendida.

- Sí, pero mis manos ya no son lo que eran y no puedo tocar con esa facilidad.

- ¿Por eso lo quiere vender? Yo en su lugar no lo haría, es una pieza única.

- Las cosas ya no son como antes y la gente no tiene tanto talento para el piano pero eres la primera en mucho tiempo que me ha dejado impresionado.

- Me alegro mucho, mi abuela me enseñó desde muy pequeña y estuve dando clases bastante tiempo.

- ¿Nunca has pensado en dedicarte a la música?.

- No, la verdad es que no, lo tengo como un pasatiempo.

- Deberías planteártelo, eres muy buena chica.

- Gracias, lo pensaré. - me levanté del banco y le dí las gracias a aquel señor tan simpático por haberme dejado tocar el piano, él dijo que no había sido nada y después se despidió de mi diciendo que podía volver cuando quisiera.

Se me hizo un poco tarde pero antes tendría que comprarme una cosa que había visto en una tienda que estaba cerca de allí, después sobre las 9 regresé a casa.
Estaba subiendo en el ascensor y estaba muerta había andado demasiado, salí del ascensor y metí la llave en la puerta y entonces me encontré con el suelo lleno de velas y pétalos de rosa.
Mi cara era un poema, no me lo esperaba en absoluto. Cuando entré en el salón Harry estaba detrás de mi abrazándome y hablando en mi oído.

- ¿Un día largo?

- Desde luego y más si no estabas tú conmigo. ¿y tú que tal?

- Mejor... parece  que las cosas vuelven a ser como antes de que apareciera ese desgraciado.

- No te sulfures Harry.- dije apartándole el flequillo de la cara.

- No lo hago, al verte se me cambia la cara.

- ¿Que haces aquí? Bueno no mejor... ¿que es todo esto?. - dije señalando a mis espaldas.

- Una sorpresa.

- Sorpresa es haberte encontrado aquí, mira que pintas llevo.

- Como sino te hubiera visto de todas las formas posibles.

- Pues también es verdad, creo que me has visto con los peores caretos del mundo asique no tengo porque preocuparme entonces. 

- Pero esto no es todo, ven conmigo. - Harry me llevó hacia el baño. Donde había preparado la bañera con sales de baño y todo decorado con flores alrededor.

- ¿Todo eso es para mi sola?

- Es la idea.

- Pues no.

- ¿Como que no?

- No, lo quiero si tu no te metes conmigo.

- ¿Seguro que quieres que me meta en la bañera contigo?

- Que sí, además solo es para relajarnos, nunca nos hemos dado un baño juntos.

- ¿Y las duchas?

- Las duchas no cuentan ahí no había ningún tipo de relajación bueno... o sí, dios que más da que te metes conmigo y punto.- dije tirando de él hacia la bañera. - ¿No tendré que desnudarte yo?

- Si quieres...

- Hemos dicho un baño para relajarnos ¿recuerdas?

- ¿Y piensas que lo vamos a conseguir...? - dijo son un sonrisa torcida.

- Espero que si. 

Harry salió del baño y se fue hacia mi habitación para recoger algunas toallas para que nos secáramos después, mientras yo me metí en la bañera. El agua estaba perfecta asique cuando el agua entro en contacto con mi piel, no pude evitar cerrar los ojos y dejarme envolver por aquel aroma dulzón que desprendía el agua.
Antes de que me diera cuenta Harry estaba metiéndose conmigo en la bañera, Harry puso su espalda contra la pared y yo apoyé mi espalda sobre su pecho, puse sus manos sobre mis hombros y cerré los ojos. Harry acariciaba mis brazos hasta llegar a las manos y allí entrelazaba sus dedos con los míos.

- ¿En que piensas?. - dijo intrigado.

- En nada en concreto, solo escucho lo que me rodea. Me gusta hacerlo de vez en cuando.

- ¿Y ahora que escuchas exactamente?

- No me refiero a escuchar los sonidos, sino a escucharme a mi misma, cuando estoy en la bañera tal como estoy ahora pienso en miles de cosas, tantas que a veces se acaban mezclando.

- ¿Y en esos pensamientos, estoy yo?

- Constantemente, cada vez que lo hago mis latidos se aceleran y mi respiración lleva otro compás. Cada recuerdo contigo es único por eso no quiero dejare nada, incluyendo los momentos malos, esos sirven para darme cuenta de que podemos atravesar cualquier cosa que se nos venga encima. ¿Y tú que piensas?

- Que quiero que pasen los años, más rápido.

- ¿Tienes alguna prisa?

- Hay veces que si, me gustaría hacer cosas que ahora no puedo.

- ¿Y yo estoy en esos planes?

- Eres la primera de mis prioridades en el futuro. Por eso quiero que llegue pronto. - Harry me dio un beso en la frente.

-Pues yo aún no tengo prisa, quiero quedarme con estos momentos eternamente.

- ¿Nunca quieres saber que pasará en el futuro?

- No. - dije convencida.

- ¿No?

- No, porque hay veces que pensar en el futuro me asusta y por eso me he dado cuanta que no quiero planearlo al detalle. Hay que dejar que las cosas fluyan pero siempre teniendo las riendas bien sujetas.

- ¿Que te hecho cambiar de opinión?

- Tú, tengo tanto miedo a perder todo esto que solo quiero vivir el día a día contigo.

- Nunca lo perderás y lo sabes. Por muchos años que pasen, seguiremos siendo los mismos de siempre, una cosa no muere si la cuidamos, puede que todo esto que nos ha pasado, los baches, las peleas, los celos, las lagrimas, solo eran simples pruebas para saber si de verdad esto valía la pena. Y créeme vale la pena.


- Yo también lo creo. - apoyé mi cabeza sobre su hombro dejando mis labios cerca de los suyos, Harry solo tuvo que inclinar suavemente su cabeza para que nuestros labios quedarán sellados con un beso.



miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 109


Como Mike regresaba en tres días decidimos darle una fiesta sorpresa, bueno sin el sorpresa la verdad es que apetecía estar todos juntos haciendo una fiesta, asique hicimos las cosas en el piso de Kate y mio, así luego no habría problema para quedarnos a dormir es más cuando hacemos fiestas nuestra casa era el hotel de todos después así que así no tendríamos que movernos ningún sitio.
Le encargaos a los chicos compara las cosas de la bebida mientras nosotras no es encargábamos de llamar a todo el mundo con los que solíamos untarnos en la universidad y algún amigo de Mike.
El día que regresaba Mike mandé a Taylor y a Niall a buscarle al aeropuerto mientras los demás terminábamos de prepararlo todo, Mike pensaba que iríamos a cenar aquella noche pero no sabía la que le esperaba encima.
Me metí en mi cuarto con Kate a vestirme,había pensado en poner un pantalón corto con alguna camiseta cómoda, pero al final acabé poniéndome un vestido corto azul con un cinturón dorado.

Antes de llegar a casa, Taylor nos dio un toque para que nos preparáramos todos para darle la sorpresa a Mike. Escuchamos la llave mientras la metían en la cerradura y mientras Mike no paraba de hablar y de protestar por o tardonas que eramos, cuando entró por la puerta todo el mundo empezó a chillar su nombre como un loco y los chicos empezaron a cogerle en volandas, Mike estaba en shock aún no se esperaba eso para nada, cuando consiguió bajar vino hacia Kate y hacía mi y nos dio un gran abrazo.
- Que cabronas como me habéis engañado.
- Teníamos que hacerlo. Llevamos mucho tiempo sin verte. - dijo Kate dándole un beso en la mejilla.
- Pero si es que sois las mejores del mundo. - volvió a abrazarnos.
Daba gusto tener a Mike cerca, era la fiesta en persona, la verdad es que no estuvo mal la noche, todos los que estábamos allí habíamos coincidido más de una vez en alguna fiesta y nos lo habíamos pasado genial y esta vez no sería diferente. Suerte que apenas había vecinos en el edificio y no tendríamos problema por el ruido o porque diéramos unas voces impresionantes. Aquella noche todos bebimos algo más de la cuenta y estábamos muy contentos, nos reíamos por todo y nos dio por empezar a cantar. Mike se subió en la mesa del comedor y empezó a cantar como un loco a lo que por supuesto Kate y yo nos unimos al instante. Harry y Louis miraban la escena desde abajo mientras se descojonaban de nosotras, pero no había vergüenza en ninguno de nosotros hasta que seguimos cantando como tres o cuatro canciones. Una vez Mike se bajó de un salto d ella mesa y casi se cae al suelo, se incorporo y se fue a poner un disco de Taylor Swift y puso la canción de “You belong with me”, que por cierto me encantaba y entonces empecé a cantarla encima de la mesa, del sofá brincando por el comedor, el caso es que al final acabé cantándola yo sola y como no se la dediqué a Harry. Al final Harry me cogió en volandas y me dio un beso increíble, de los de película que había que inmortalizar para siempre en ella memoria. Cuando Harry me soltó en el suelo, Louis se le acercó y le dijo algo en el oído que yo no conseguí entender, no solo porque hablaba bajito sino porque la habitación empezaba a darme vueltas.
- Eh Niall.- dijo Harry haciéndole una señal. - ¿has traído la guitarra?
- No, porque no pensé que la necesitaríamos hoy.
-Siempre me tengo que encargar yo de todo ¿eh?. - dijo Liam sacando una guitarra de mi armario.
- ¿Y tú como sabías que tenía eso ahí?. - dije extrañada.
- Es que me equivoqué de puerta antes jajaja lo siento. - dijo riéndose.
Harry le dio la guitarra a Niall y yo no entendía nada, miré a Mike y a Kate pero ellos tampoco sabían nada, miré de nuevo a Harry que esperaba mi rostro con una gran sonrisa en los labios.
- Hace tiempo, que quería hacer esto pero no encontré el momento adecuado teníamos que estar todos.
- ¿Que quieres decir?. - dije algo confusa.
- Cuando estuvimos con ellos en los Hamptons le pedí ayuda a los chicos para que me ayudarán a hacer una canción, ya sabes que yo eso de tocar la guitarra no se me da bien, pero con la ayuda de ellos lo conseguí.
- ¿Me has hecho una canción?- dije con la boca abierta.
- Sí. - dijo con una sonrisa radiante. - Cuando quieras Niall.
Niall comenzó a tocar la canción, mi canción. Harry había llevado en secreto todo aquello, no me lo podía creer, aún saboreando aquella sorpresa Liam empezó a cantar.
No me podía creer todo eso, era increíble Harry me había hecho una canción para mi, por un lado me sentí mal de que a Kate no le hicieran un regalo así, ya que Louis había participado en ello, asique decidí que quería compartirla con ella.
- Harry ¿porque haces estas cosas?
- Porque te lo mereces a pesar de todas las cosas que hemos pasado. Por esos buenos y malos momentos juntos porque hemos conseguido superar los obstáculos más difíciles juntos, porque... tú tienes esa cosa que me hace feliz. - Harry se acercó a mi y me besó, sin importarle el resto de la gente.
- Nosotros también nos merecemos un poquito ¿no? Dijo Zayn, metiéndose en medio de nosotros dos. Empezamos a reír y fue dándoles un beso a cada uno.
Mike vino corriendo y dijo que también compartiera un poco con él de aquella canción. Aquella noche sabíamos que sería una noche de sorpresas para todos pero la mejor sin duda fue para Mike, cerca de las cuatro de la mañana llamaron a la puerta y yo pensé que sería algún vecino que se venía quejar del ruido pero al contrario al abrir la puerta me encontré con un rubio de piel morena con los ojos azules como el cielo, me quedé helado cuando lo vi, no sabía que tenía un vecino tan guapo y era cierto que no lo tenía, aquel chico era James.


- ¡¡¿James?!!. - dijo Mike desde el sofá donde estaba tumbado con la cabeza hacia abajo. - ¿que haces aquí? Creía que no te dejaban venirte.
- Bueno me arrepentí y cogí el siguiente vuelo.- dijo sonriendo.
- Me alegro mucho de que hayas venido... mira estos son mis amigos.- emocionado fue presentado a todos hasta que llego a Kate y a mi. - y estas son las mejores amigas del mundo, mira esta es Blake y su novio es Harry y esta es Kate y su novio es Louis.
- Encantado. - dijo son una sonrisa tímida.
- Teníamos ganas de conocerte James, Mike no paraba de hablar de ti. - dije conteniendo la risa al ver la cara de Mike.
-Sí es cierto, le tienes ena...
- Kate vale ¿eh? Me lo llevo de aquí... ¿quieres beber algo?. - dijo llevándoselo hacia la mesa donde hacía unas horas habíamos estado bailando.
- Bueno ¿que te parece Kate..?. esto parece el día de las sorpresas.
- Ya te digo.
- Por lo menos le tendremos entretenido durante un rato..pues ahora que me fijo hacen buena pareja ¿no crees?
- La verdad es que si, solo espero que esta vez sea el definitivo o por lo menos no sea como los anteriores, mira que es raro Mike para elegir a un tío.
- ¿Perdona? Nosotras también somos muy especiales.
- Bah ¿que dices? . - Kate me miró con los ojos entreabiertos. - está bien, somos un poco especiales.. supongo entonces que somos los tres igual.
- Sí supongo que sí, por eso nos llevamos tan bien, solo espero no pelearme nunca con Mike por un tío. Saldríamos perdiendo. - ambas empezamos a reír y continuamos con la fiesta.





D.Blake 2ª Parte/Capitulo 108

- Mamá, Kate ya hemos vuelto. - dije empujando las maletas dentro del apartamento.
- ¡¡Blake!! - dijo Kate desde su habitación. - Siempre te vas sin avisar, me parece muy mal.
- Lo siento fue todo muy repentino. - dije mirando a Harry. - ¿donde está mamá?
- Se marchó ayer por la noche, no pudo quedarse hasta hoy. Dice que lo siente mucho, pero que el trabajo la esperaba en Londres.
- No pasa nada, pero me hubiera gustado despedirme de ella como se merece y no como lo hice cuando me fui, supongo que cuando llegue a Londres me llamará. - Kate me dio un abrazo y un beso, sabía que me había pillado por sorpresa que mi madre se hubiera ido tan de repente.
- ¿Donde está Louis?... raro es que no esté contigo. - dijo Harry dándole dos besos a Kate.
- Está con su madre, dijo que luego se pasaría.
- Vale pues entonces luego nos vemos aquí, Blake voy a ver a mi madre ya mi hermana a ver que tal están y me quedaré allí un rato.
- Claro ve con ellas, también te necesitan. - Harry se despidió con un beso y salió del apartamento.
Kate me obligó a contarle todas las cosas que habíamos hecho en el viaje,que cosas habíamos visitado, las fotos, los recuerdos que tenía de la ciudad mis impresiones, mi reconciliación con Harry en Roma, todas y cada una de las cosas que habían pasado en los últimos 5 días.
- Tú madre me contó lo de Harry, estuve desaparecida esos días siento no haber estado aquí. - dijo algo apenada.
- No te preocupes tonta, ya está todo arreglado es solo que pensé cosas que no eran en la fiesta eso es todo.
- Me alegro mucho de que lo hayáis arreglado, siempre conseguís hacerlo.
- ¿Sí? Pues yo creía que esta vez no tendría solución. - dije con un suspiro. - Fui muy cruel en algunas cosas.
- Bueno pero en Roma todo se ha arreglado ¿no?. - yo asentí con la cabeza. - pues eso es lo importante.
- ¡Ah! Se me había olvidado una cosa. ¿ Sabes que se me ocurrió hacer el ultimo día en Roma?
- Conociendo te alguna locura.
- Busqué el puente de los candados.
- ¿En serio? ¿pero lo encontraste?
- Sí, pero ya lo estaba dando por perdido cuando lo vi de repente.
- ¡Oh tía que bonito! Entonces ¿habéis puesto el candado de los enamorados en el famoso puente? Eso es un rotundo ¡PARA SIEMPRE!
- Lo sé Kate y espero que sea verdad. No quiero más peleas, no puedo soportar estar lejos de él. Bueno supongo que igual que tú.
- Sí Blake, tía quien nos iba a decir a nosotras que acabaríamos así, como unas tontas.
- Aún recuerdo él día que viste a Mike en la universidad, ¡¡dijiste que estaba bueno!!
- Jajaja Es verdad, madre mía, estaba más salida que el pico de una mesa. Y dispuesta a solo tener amigos con roce, nada serio y mírame ahora.
- En el fondo no se está tan mal ¿verdad?
- No la verdad es que no, es más diría que no quería cambiar nada de esto nunca. Es como si las cosas anteriores no existieran o tal vez es la cosa esa que dicen que el cerebro quita los recuerdos menos importantes para darle más valor a los que de verdad merece la pena.
- Pues creo que es eso... Kate que bien te ha quedado la frase.
- Ya ves para algo estudio psicología durante el año. - ambas empezamos a reír. - te invito a comer, venga.
- ¿Ahora?
- Sí que pasa hace mucho que no nos vamos juntas a dar una vuelta, ya sabes tarde de chicas.
- Me parece un buen plan.
Kate y yo salimos de casa y entre risas empezamos a caminar por la ciudad de Manhattan para llegar a nuestro destino. Era el primer restaurante en el que habíamos cenado las dos juntas la primera vez que nos conocimos.

Mientras comíamos echamos de menos a Mike siempre había estado con nosotras cada vez que veníamos aquí a comer, en este mismo lugar había sido donde había empezado a especular cosas contra mi cuando no quería saber nada de relaciones con ningún chico, eso sí solo hasta que apareció Harry en mi vida y fue algo imposible evitar que ocurriera algo entre nosotros por muchas trabas que yo intentara ponerme a mi misma para reprimir todo tipo de sentimientos hacia él.
- ¿Que piensas? sal de la nube. - dijo Kate con un chasquido.
- Nada es que casi hace un año que nos conocemos y mira como ha cambiado todo. Antes eramos solo nosotros tres y ahora mira, tu con pareja, Mike también aunque lo niegue... ¿y por cierto como estará?
- ¿Mike en Florida? pues como un loco ya lo sabes, seguro que estará con algún surfero de estos cachas, parece mentira que no conozcas a nuestro Mike.
- Bueno hay cosas que nunca cambian. - dije poniendo los ojos en blanco. - en realidad es el único que está de flor en flor.
- Hasta que encuentre al adecuado. ¿te das cuenta lo que le echamos de menos y él a nosotras no?. - e ese momento empezó a sonar el móvil de Kate, cuando lo miró se quedó pálida. Era Mike.
- ¿¡Qué?! ¿poniéndome verde? Ya me estaban empezando a pitar los oídos ¿estas con Blake verdad?
- Mike, como me alegro de oírte, pues sí estábamos hablando de ti ahora mismo, estábamos diciendo lo abandonadas que nos tienes.
- Eso no es cierto solo que en florida, no tengo tiempo de hacer nada.
- Pon el manos libres que quiero hablar con las dos. - Kate hizo caso y entonces escuché la voz de Mike.
- Bleiky ¿como estás? Aparte de como una tonta enamorada.
- ¡Oye!
- Oh venga era un abroma, jo chicas os echo mucho de menos, tendríais que venir conmigo unos días aquí,esto está lleno de tíos buenos por todas partes.
- ¿Y no hay ninguno que te guste?. - dijo Kate guiñándome un ojo.
- ¿Qué? No hija no hay ninguno.
- Venga Mike, no nos vengas con tus mentiras, no te creemos, tú en la playa con tanto tío bueno suelto y no tienes a nadie... imposible. - le dije.
- Bueno vale... si estoy con un medio rollo, bueno en realidad no sé ni lo que es. - soltó un suspiro.- Aquí son un poco raros, es como si no se atrevieran a decir que son gays... no sé.
- ¿Y que importa? Ya estás tú para hacer que todo eso cambie.
- Mm no sé, no sé, bueno el chico se llama James y bueno luego os mando una foto de él, el caso es que sus padres son de Seatle y no sé no es que vean muy bien que su hijo se enamore de alguien que vive en la otra punta del país y pueda quitarles a su pequeño.
- ¿Por qué todo el mundo hace lo mismo? Los padres deben de querer lo mejor para sus hijos. - dije indignada ante eso.
- Eh para el carro ¿que pasa? Creo que tienes que contarme un par de cosas.
- Sí es muy largo de contar ¿cuando vienes?
- Dentro de tres días más o menos, estoy convenciendo a James para que venga conmigo a Manhattan, quiere ir a la la universidad ¿y que mejor que yo para enseñarle la nuestras?
- Pues me alegro mucho Mike, eso si Blake y yo te estaremos esperando con o sin James.
- Hombre pues sí, no quiero que me abondoneis... y por cierto ¿como van los demás?
- Pues la ultima es que Taylor... - empezó a decir Kate.
- Espera Taylor... ¿nuestra Taylor?
- Sí...
- ¿Que pasa con ella? Joder me tenéis en ascuas.
- Pues cállate cotorra. - dije desde el otro lado del teléfono.
- Bueno continuo, que esta saliendo con Niall, desde hace más o menos una semana.
- ¿En serio? ¿está saliendo con el rubiales? ¡Que fuerte! Me tenías que haber llamado tú para contármelo antes, que malo es irse de vacaciones. ¿y como se supo?
-Pues gracias a mi. - dije. - todo empezó en los Hamptons cuando estuvimos allí contigo.
- ¿Así? Pues menuda debía de llevar encima para no acordarme de nada. ¡Pero ese día no se enrollaron!
- Ya lo sé fue la semana pasada en la fiesta de Liam.
- ¡¡¿Qué?!! ¡¿me he perdido la fiesta??! . - dijo indignado ante la noticia. - la próxima vez me quedo en Manhattan en verano. ¿Y algo más?
- Casi dejo a Harry.
- ¿Perdón? Creo que no he escuchado bien. ¿Que casi dejas a Harry? Pero tú eres tonta chica, ¿como se te ocurre pensar algo así?
- Pues apareció una tía en la fiesta con la cual se había liado y me pegó así sin más porque ahora estaba yo con él, eso y otras cosas que ya te contaré.
- Sí, sí... madre mía lo que se pierde uno en dos semanas. Chicas os tengo que dejar ahí llega James nos vamos a una fiesta con sus amigos en la playa.
- Pues cuidado ya por todas. - dijo Kate.
- Sí y no te emborraches que luego no controlas. - Mike empezó a reírse y nosotras con él hasta que terminó de despedirse y colgó el teléfono.





D.Blake 2ª Parte/Capitulo 107

Roma. La ciudad eterna aquella ciudad en laque todo puede pasar, sus calles sus lazas sus edificios sus ruinas todas y cada una de sus maravillosas vistas eran dignas para enamorar a cualquier persona que se negase a amara el arte.
El mismo día en el que Harry y yo habíamos arreglado todo cogimos el primer vuelo hacia Roma. Eran las 12 de la mañana cuando embarcamos en el avión, los dos juntos cogidos de la mano como si nada hubiera ocurrido, como si solo existiera nuestro mundo particular en el que estábamos él y yo dispuestos escribir un nuevo capitulo en nuestras vidas. Cuatro horas más tarde estábamos aterrizando en suelo italiano. Salimos del aeropuerto y un coche nos llevo hasta nuestro hotel, en plena ciudad de Roma, cosa que no me extrañó lo más mínimo.
- Harry tenemos que darnos prisa tenemos mucho que visitar y muy poco tiempo para verlo.
- Está bien cojo mis cosas y nos vamos. - salimos de la habitación cogidos de la mano y os metimos en el ascensor y al ver que no venía nadie Harry comenzó a besarme.
- Esto no entraba en los planes de visitar Roma.
- Bueno solo sugería un pequeño cambio. - dijo sonriendo antes de volver a besarme. - o puede que solo sea un adelanto.
- Ya sé por donde vas jajaja
Salimos a la calle ya pocos metros se encontraba el coliseo Romano, era tan impresionante que mi cara era para retratarla al ver tal maravilla, era increíble que después de tanto tiempo se conservara una maravilla así, en frente del coliseo estaba el arco de Tito y justo detrás se encontraba el foro Romano, era una maravilla ver tantas obras de arte juntas. Entramos en el coliseo y la verdad es que parecía un poco más impresionante por fuera, aunque no dejaba de ser precioso. Comimos algo y mientras nos comíamos un helado,que por cierto era el mejor que había probado en mi vida, fuimos a visitar el foro.
Terminamos de visitar todo y nos fuimos hacia el hotel estaba matada de tanto andar, llegamos a la habitación y me tiré sobre la cama.
- Me dormiría ahora mismo.
- Y perder la oportunidad de estar conmigo en una ciudad como esta.
- No pero estoy muerta, llevo días sin dormir. - dije poniendo mi cabeza sobre su pecho para que me abrazara. - mira porque no nos quedamos en la habitación y mañana temprano salimos a ver más cosas.
- Está bien.
Al día siguiente me levanté con más energía que el día anterior, desperté a Harry besándolo desde el hombro hasta llegar a sus labios y entonces cuando respondió a mi beso supe que ya estaba despierto.
- Siempre provocando ¿eh Humprhey ?
-Pero si sé que te encanta, no lo niegues Styles. - dije subiéndome encima de él. - sabes que si no lo hago estarías durmiendo hasta las 12 y tenemos cosas que hacer.
- No puedes despertarme y dejarme así
-¿Y quien te ha dicho a ti que lo valla a hacer?. - Harry sonrió ante mi respuesta y como si fuera un auto reflejo ambos nos estábamos quitando la ropa que nos sobraba en aquel instante – hay veces que cuando hago esto me da un poco de corte ¿sabes?
- ¿Por que?. - dijo Harry separándome para mirarme.
- Porque parezco una salida, pero es que cuando te tengo cerca no puedo evitarlo. Eres superior a mis fuerzas, me llevas por el mal camino.
- A mi me pasa lo mismo no sufras, sobre todo cuando estas así delante de mi. - dijo acariciándome el pecho.
- Ya pero es como si no nos hubiéramos tocado en semanas y han pasado solo cinco días.
- Blake ¿recuerdas lo que te digo siempre?
- Sí y últimamente no pienso precisamente con la cabeza. - Harry empezó a reírse antes de seguir besándome.

Salimos del hotel de nuevo hacia un gran día para explorar la ciudad de Roma, había que decir que tenía muy buen humor, eso era evidente después de haber estado con Harry esa mañana digamos que ocupada.
Fuimos por las callejuelas de la ciudad hasta que llegamos a la famosa Piazza Navona, una verdadera obra de arte, sobre todo la fuente central la cual había estudiado hacia un año en clase de arte de la señora Hurley . Después fuimos adentrándonos hacia las demás calles y llegamos a algunos d ellos museos más importantes y por su puesto no quería perdérmelos. Después fuimos al panteón de Agripa y me quedé boba mirándolo a la gran cúpula del edificio, después nos dirigimos hacia la laza de las iglesias gemelas donde nos paramos a descansar un rato antes de irnos a comer y después continuáramos con nuestra vista a la ciudad de Roma. Por ultimo llegamos al circo romano que estaba bastante alejado de nuestro hotel pero no me importó andar de camino al hotel, no en una ciudad como esa.
La estancia en Roma estaba siendo muy agradable, estaba en la ciudad que más me había gustado del mundo desde que tengo uso de razón, la única pega es que solo estaríamos dos días más allí. El miércoles fuimos a la Piazza Spagna donde nos sentamos en la gran escalinata y por ultimo ese día fuimos a ver la plaza Venecia que estaba bastante cerca del coliseo.
El jueves fuimos a la Fontana di Trevi, sin duda una de mis favoritas, siempre había imaginado como sería aquella fachada tan espectacular y no era ni la mitad de grande de lo que pensaba. Había visto muchas películas sobre dos enamorados que venían a Roma y tiraban juntos una moneda a la fuente prometiendo que volverían algún día dentro de mucho tiempo, asique se lo propuso a Harry y aceptó casi al instante. Nos pusimos de espaldas a la fuente y la tiramos, después pedimos a un señor que pasaba por allí que nos hiciera una foto a los dos juntos, la cual sin duda pondrían en mi habitación.
Para el ultimo día nos dejamos la ciudad del vaticano, donde estaba la plaza de San Pedro, la iglesia del vaticano y como no el museo vaticano donde se encontraba la Capilla Sixtina. Era la ciudad más pequeña del mundo pero tenía grandes cosas. No sin antes ver el puente de los ángeles y el castillo de Sant Angelo.
El sábado por la mañana saldríamos temprano de nuevo hacia Manhattan terminando así uno de los viajes que jamas olvidaría y que por supuesto tendría que repetir cuando fuera más mayor incluso cuando tuviera hijos, mientras caminábamos por las calles de Roma me recordó al libro de “TRES METROS SOBRE EL CIELO” en esta maravillosa ciudad había ocurrido el romance entre Step y Babi y pensando en ellos, recordé el puente donde los enamorados colgaban un candado con sus nombres. Hasta que no lo encontré no pare, Harry estaba desesperado por sentarse en un banco del cansancio que tenía pero yo le obligaba a buscarlo hasta que diera con él, cuando estaba perdiendo la esperanza pregunté como pude a una señora y me dijo que era al otro lado del río y entonces lo vi.
- Harry ¿lo ves? Por fin lo hemos encontrado, anda venga levantate del suelo, corre. - cogí la mano de Harry y tiré de él hasta que le puse enfrente de la farola con todas aquellos candados. - sabía que lo tenía que encontrar.
- ¿Y de dónde vamos a sacar el candado?
- Pues eso lo soluciono yo en un momento. - le dije mientras buscaba en mi bolso. - mira. - le tendí sobre la mano un pequeño candado en forma de corazón donde había las iniciales de H & B.
- ¿De donde has sacado esto?
- Lo tenía puesto de llavero en mis llaves.
- Pero se supone que la llave hay que tirarla al río.
- ¿Y tú como sabes eso?. - dije sorprendida. - yo no te lo había dicho.
- Porque … está bien lo confieso, he visto la película.
- ¿Entonces sabes como va esto no?. - dije ilusionada.
Harry puso el pequeño candado en la farola, solo esperaba poder encontrarlo si algún día volvíamos allí, Harry bajó de nuevo al suelo.
- Espera tengo la llave aquí metida. - quité la llave del llavero, Harry me agarro de la cintura y juntos tiramos la llave hacia el río.
- Esto es un para siempre ¿no?
- Supongo que si. - dije sonriendo mientras observábamos la puesta de sol desde el puente Milvio.





D.Blake 2ª Parte/Capitulo 106

Aquella mañana me dolía la cabeza una barbaridad, tenía una resaca de tres pares de narices y a penas me podía mantener en pie del dolor de cabeza tan tremendo que tenía.

Fui al baño a lavarme la cara y a despejarme antes de ir a desayunar con mi madre. Salí y me dirigí a la cocina y mi madre ya estaba sentada con su taza de café y el periódico en la mano, me acerqué a ella y la dí un beso, después cogí un vaso y me senté a su lado.
- ¿Que tal anoche?
- Bien más o menos. - dije sirviéndome un vaso de zumo. - ¿no me oíste llegar?
- Claro que si pero supongo que no querías que te interrumpiera ¿verdad?. - dijo mi madre mirándome por encima de sus gafas de pasta negras.
- Gracias por no hacerlo. - era verdad que estaba muy agradecida por no haberlo hecho, necesitaba estar sola y desahogarme.
- ¿Quieres hablar de algo?
- No estoy bien, me duele un poco la cabeza pero estoy bien.
- Blake no tienes que hacerte la dura conmigo. Sé que te peleaste ayer con Harry, escuché tus gritos y te oí llorar anoche cuando él se fue.
A mi madre no había quien la engañara asique no pude contenerme más y me llevé las manos a la cara para evitar que mi madre me viera llorando.
- Me siento culpable de todo mamá, y no sabes lo que es sentir que la familia de la persona que más quieres en el mundo se ha roto por tú culpa.
- ¿Pero que estás diciendo cariño?. - mi madre se levantó de la silla y me abrazó. - yo sé todo lo que ha pasado y tú no tienes culpa de nada, la familia de Harry era cuestión de tiempo que se rompiera, todos los sabían pero ninguno se atrevía a dar el paso, y el único valiente fue Harry, por eso cuando te defendió dijo todas esas cosas, porque estaba harto.
- Pero mamá... ¿ las demás cosas?
- ¿Que cosas Blake?
- Las otras chicas que hubo antes que yo o como salio el viaje a Londres por ser tan cabezona y empecinarme a ir fuera como fuera.
- Tú eso no lo sabías hija.
- Pero pude evitarlo y me siento como una egoísta sabiendo que Harry intenta hacer lo mejor para mi mientras que yo solo sé complicarle la vida aún más.
- No puedes pensar así Blake, siempre crees que haces cosas malas o los demás cuando tu empiezas a ser feliz. ¿porque te castigas tanto? Las cosas que le ocurren a las personas no son culpa tuya, ya sé que hay veces que ves que la gente que hay a tu alrededor sufre pero no es culpa tuya. Y no me puedo creer que vallas a dejar todo esto por lo que siempre has luchado solo porque creas que eres la culpable de algo que sabes tan bien como yo que nunca has tenido nada que ver. Y sí el padre de Harry puso trabas a vuestra relación ¿y que? Eso no le impidió a Harry luchar por lo que cree que merece la pena, asique toma ejemplo y haz lo mismo.
- Después de lo que le dije ayer no querrá ni verme.
- ¿Qué dijiste?
- Que estaba harta de enfrentarme a cosas que él había hecho en el pasado.
- Eso sí es egoísta Blake, él tuvo que lidiar con lo que pasó con Trevor. No tendrías que haber dicho eso. - dijo mi madre más seria que de costumbre. Sabía tan bien como ella que había sido muy cruel al decir eso.
- Por eso sé que no volverá a hablarme ni a buscarme, por eso sé que todo a acabado para siempre.
- No digas eso, dejalo pasar un par de días ¿vale? Recapacita y después llámalo.
Mi madre veía las cosas de una manera muy simple pero la cara de Harry al decirle eso anoche era inexplicable, era una especie de confusión y de desilusión al mismo tiempo, por un momento maldecí ser tan bocazas.
Durante los dos días que estuve sin saber nada de él, mil cosas se me pasaban por la cabeza, la primera de todas era que Harry me odiaba después de todo lo que le había dicho y no querría volver a verme nunca... y sería lo más lógico. Me sentía como una mierda después de todo. Harry no se merecía eso. Pero de pensar que Harry me podría dejar por mi bocaza se me hacía un hueco en el pecho que me quitaba el aire poco a poco como si tuviera a alguien apretándome más y más.
A penas dormía por las noche y cada vez que lo conseguía una pesadilla se apoderaba de mi, en ella Harry me abandonaba en medio de un bosque donde nunca conseguía encontrar la salida sin su ayuda, como si estuviera perdida en un mundo del que jamás había oído hablar. Del que solo él podía salvarme. El lunes por la mañana cerca de las ocho y media sonó mi teléfono, y me sacó de mis ensoñaciones. Era él.
- ¿Podemos vernos?. - dijo con voz áspera como si fuera la primera palabra que decía en días.
- Sí tenemos que hablar de muchas cosas y sobre todo tengo que pedirte disculpas Harry, pero no quiero hacerlo por teléfono.
- A las nueve y media en la cafetería de la universidad.
- Sí allí estaré.
Me levanté de la cama de un salto y me metí en la ducha a penas tenía tiempo para pensar en que debía ponerme pero esta vez no me importaba como ir a esa cita, esta vez no tendría que hablar el exterior sino mi interior y eso era difícil de disfrazarlo con cualquier cosa. Salí de casa pronto y estaba lloviendo a mares, asique corrí hacia el metro. Llegué a la cafetería a la hora justa pero Harry no estaba allí aún. Me senté en la mesa de siempre y pedí lo que solíamos pedir cuando veníamos aquí y a los cinco minutos Harry se sentó en frente de mi.
Tenía el pelo empapado igual que yo pero estaba igual de guapo que siempre, los ojos los tenía rojos y unas ojeras decoraban las cuencas de sus ojos verdes.
- Antes de decir nada, entiendo perfectamente que me quieras mandar a la mierda, es más aceptaré que lo hagas por que me lo merezco. Soy una bocazas y más cuando bebo pero quiero que sepas que me arrepiento de todo lo que te dije, tú no tienes la culpa de que todo el pasado haya vuelto a nosotros, he sido una egoísta echándote en cara cosas que tú también has sufrido, lo siento Harry, soy un ser despreciable en este momento y si me quieres dejar lo entenderé. - baje la cabeza cuando dos lagrimas empezaron a asomar por mis ojos, no podía encontrarme con su mirada.
- He estado pensando... sé como te sientes Blake, tú madre me lo ha dicho y quiero que sepas que tu madre tiene razón. No puedes echarte la culpa de todo. No puedes. Si yo sigo contigo es porque me has hecho sentir cosas que jamás había sentido con nadie y porque sé que las cosas pueden arreglarse siempre entre nosotros pero no puedo yo solo con todo esto Blake. Las cosas que han pasado en mi familia son solo culpa nuestra tú no tuviste nada que ver,pero si se meten contigo, también lo hacen conmigo por eso me puse de esa forma aquel día, no porque tú hubieras desencadenado aquella pelea con mi padrastro, todo venía de antes.
Respecto a mi pasado, es cierto que no puedo cambiarlo y tampoco puedo hacer que desaparezca de repente lo hecho, hecho está, pero tú también sabes lo que es sentirse así cuando ves que la persona que te importa no puede dejar su pasado atrás y hay algo que siempre vuelve para estropearlo. Pero Blake... todo, todo tiene solución.
- Lo sé pero yo...
- Echarte a culpa no es una solución Blake. Ese es el problema. ¿porque este empeñas siempre en eso?
- Porque no puedo ver a la gente sufrir y mucho menos a ti Harry y porque siento que al ser tan bueno conmigo en cuanto yo tengo un mínimo de felicidad, las cosas se ponen feas por mi culpa, a veces pienso que el problema es que yo no puedo ser feliz.
- ¿Ves? Eso es justo lo que me cabrea de ti. Porque no puedes valorarte como mereces joder. Hay cosas en la vida que salen mal Blake y ya está, nadie tiene la culpa y eso llega porque tiene que llegar, no porque lo provoque tu felicidad.
- ¿Me vas a dejar verdad?
- No pienso dejar que una de las pocas cosas que merecen la pena en mi vida desaparezca de mi lado. No lo voy permitir. - Harry cogió mi mano por encima de la mesa. - mírame Blake.
- No puedo, me da vergüenza mirarte después de lo que te he dicho... - Harry extendió su otra mano y me subió la cabeza hasta que mis ojos estaban a la misma altura que los suyos.
- El destino que tu decías hace dos días, me importa una mierda, tú dijiste el destino no está escrito, somos nosotros los que los marcamos. Y yo he decidido empezarlo a escribir hoy, desde ahora mismo, solo si me prometes que tú me ayudaras a escribir el nuestro juntos. Prometemelo.
- Te lo prometo. - dije con una sonrisa en los labios.
- Vale y ahora quiero que ambos dejemos atrás todo lo que ha pasado y hacer como si no hubiera pasado nada en estos días.
- Pero...
- Nada de peros. Y ahora nos vamos a ir los dos juntos.
- ¿Donde?
-Tenemos pendiente un viaje por tu cumpleaños. - Harry se levantó de la mesa y llegó hasta mi, me ofreció la mano para ponerme en pie y me besó. Había echado de menos todo esto, sus manos al rozar mis mejillas sus labios contra los míos, su cuerpo pegado al mio cuando me besaba, todas y cada unas de las partes que formaban esos besos tan perfectos.