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miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 79

Estaba sola en mi habitación del hospital y empecé a recordar todo, millones de cosas se me acumulaban dentro de mi causándome un fuerte dolor de cabeza pero no me importaba, tenía que recopilarlo todo. Harry me había perdonado pero aunque el no quisiera tenía que darle una explicación, como pude me levanté de la cama y fui a mirarme al espejo, estaba horrible, tenía señales en la cara de haberme caído por las escaleras en la casa de la abuela de Harry y estaba muy pálida, por no hablar de mi pelo, eso era un caso perdido. Estando en el baño entró mi madre.
- ¿Que haces levantada? No puedes hacer esfuerzos.
- Mamá estoy bien, necesitaba estirar las piernas.
- Ven que te ayude. ¿como te encuentras?
- Bien, aún me duele la cabeza pero por lo demás todo bien, excepto mi cara, no sabía que tenía tantos golpes.
- Te caíste por las escaleras, ¿que querías?
- Aún tengo todo un poco confuso. Mamá ¿se sabe algo de ese miserable?
- No,ni siquiera se ha dignado a venir, pero sus padres quieren denunciarte.
-¿Denunciarme a mi? ¿Por qué? En todo caso tendría que denunciarle yo a él por acoso. Llevaba días siguiéndome.
- ¿Y porque no lo dijiste Blake?
- Porque pensé que no merecía la pena, que en cuanto viera que Harry y yo estábamos juntos se apartaría, pero no lo hizo. El caso es que no pueden denunciarme por eso, vale si le pegué pero fue en defensa propia mamá, tienes que ayudarme.
-Tranquilízate, no van a denunciarte, conozco a sus padres desde hace mucho tiempo y saben todo lo que ha ocurrido, no harán tal cosa.
- Eso espero, no quiero que Harry se entere y se líe todavía más. - en ese momento entró Harry por la puerta con un enorme ramo de rosas rojas.
- ¿Interrumpo algo?. -dijo con una sonrisa.
- No cariño yo ya me iba, tengo cosas que hacer en casa, nos vemos luego vale hija.
-Vale mamá. - me dio un beso, se despidió de Harry y salió por la puerta.
- ¿Son para mi?
- ¿Para quien sino?. - Harry se acercó y me besó. - cada día estas más guapa.
- No mientas me he mirado en el espejo y soy una especie de cadáver.
- No digas eso, tú siempre estás preciosa.
- Harry ¿puedo decirte algo?
- Claro que sí, lo que quieras. - se sentó en la silla donde hacia menos de dos minutos estaba sentada mi madre y empecé a hablar.
- Bueno pues tú me dirás.
- Harry sé que no quieres hablar de esto pero...
- Blake no empieces otra vez.
- Sé que ya te lo he explicado, pero es que hay veces que siento como que hay algo en ti que no es igual, como si hubiera cierta desconfianza en ti. Porque aunque me traigas ramos de flores y me regales la mejor de tus sonrisas... sé que en el fondo estás dolido conmigo, como si no te esperaras esto, pero yo no tengo nada que ver, yo estaba esperándote a ti no a él.
- Ya lo sé, no hace falta que me expliques nada está todo olvidado por mi parte.
- Yo sé que no es así, hay algo en ti que ha cambiado.
-Nada a cambiado. - me miró fijamente pero no aguanto mucho más tiempo y se puso la cara entre las manos y comenzó a llorar.
- Dime que te pasa, necesito saberlo.
- Blake, es que no sabes lo que sentí al verte con él, es como si todo se hubiera desvanecido, llegó un momento en el que te odie tanto que me arrepentí de haberte conocido aquel día. Sin embargo ahora pensándolo me avergüenzo de haber dicho eso, no entiendo como pude desconfiar de ti de ese modo, pero cuando te vi besándolo pensé que todo había terminado y que al volver a verle te habías olvidado de mi y de todo lo que hemos vivido juntos.
- Eso jamás ocurrirá pero no llores por eso, odiarme habría sido poco si después de todo te hubiera dejado. Aunque jamás podré hacer eso, eres demasiado importante para mi en esta vida, hay veces que empiezo a pensar y veo que lo que siento por ti, nunca lo había sentido por nadie, es una amor tan grande que hay veces que parece enfermizo.
- ¿Y eso es malo?. -dijo secándose las lágrimas.
- No, claro que no, porque si estar enamorada de ti es una enfermedad yo no quiero encontrar la cura jamás, pase lo que pase.
Los días en el hospital eran eternos, no tenía nada que hacer, Vicky venía a verme algunas tardes pero en cuanto se iba, el aburrimiento volvía a caer sobre mi, después venía Harry y las cosas iban mucho mejor, de tan solo tenerle cerca mi mejor cambiaba considerablemente y me encontraba mucho más despejada con cada caricia y cada beso que me daba. Una tarde el medico vino a decirme que me darían el alta pronto como poco en dos días ya podría volver a casa, esa era una noticia estupenda, pero temía volver a casa y encontrarme de nuevo con Trevor y esta vez Harry estaría cerca de mi.
El jueves al mediodía por fin estaba en casa, él medico me dijo que nada de conducir ni movimientos bruscos o demasiado esfuerzo y aunque sonara como una enferma salida, yo necesitaba mis momento solas con Harry y eso significaba grandes esfuerzos asique no habría nada durante un tiempo, cosa que me fastidiaba muchísimo.
Una tarde estando Harry y yo solos en casa mientras nos besábamos alguien llamó a la puerta, me pareció muy raro que alguien a esas horas de la tarde llamarán a la puerta, Harry se levantó para abrir y me dejo tumbada en el sofá. Cuando abrió no supe con quien estaba hablando pero entonces escuché un golpe y salí corriendo hacia la entrada. No me podía creer lo que estaba viendo Trevor le había dado un puñetazo en la cara Harry y estaba tirado en el suelo, Harry se tocó la nariz sangrando y se tiró encima de él haciendo que se cayeran en el patio. No podía para de gritar que parasen pero ninguno me hacía caso, continuaban pegándose el uno al otro de una manera salvaje, Harry una de las veces se quedo tumbado boca arriba en el suelo y Trevor empezó a estrangularle, no sabía que hacer y entonces sin pensármelo dos veces le estampé en la cabeza un jarrón que tenía mi madre en la entrada de la casa.
Harry no paraba de toser y poco a poco fue recuperando el color de sus mejillas, tenía el pelo revuelto y lleno de césped, varios cortes en las manos y en la boca y su nariz no paraba de sangrar.
- ¿Estás bien? - dije ayudándolo a levantarse.
- Sí, ¿y tú como estás? No te pongas nervioso respira, yo voy a llamar a la policía no te muevas ni toques nada. - Asustada negué con la cabeza, estaba sentada en el césped mirando fijamente a Trevor. No podía reconocerle, había cambiado demasiado, hasta tal punto que se había convertido en un extraño para mi.
Harry volvió al jardín, se sentó a mi lado y no pude evitar ponerme a llorar en sus brazos. A los pocos minutos llegó la ambulancia y la policía. Las enfermera más joven curó las heridas a Harry y le cosió el corte de la ceja, después un policía vino a tomarnos declaración a Harry y a mi, primero habló con Harry y después habló a solas conmigo, yo estaba demasiado nerviosa como para contestar con coherencia a todas sus preguntas, asique me dijeron que volviera mañana a la comisaría para hablar cuando estuviera más tranquila.
Trevor despertó mientras le cosían el golpe en la cabeza y le curaban las heridas de las manos y el labio, no paraba de mirarnos con una mirada penetrante que me daba escalofríos tan solo de mirarle, una de las veces me llamó puta y Harry se abalanzó de nuevo contra él pero un policía se lo impidió. Mi madre y los padres de Trevor llegaron a mi casa y no podían creer lo que estaban viendo, todo parecía sacado de una película de terror.
Mi madre miró y examinó la cara de Harry varias veces y no paraba de abrazarnos a los dos, el policía se acercó a ella y le contó lo ocurrido y le dio la citación para el día siguiente. Cuando todo el mundo se fue, entramos en casa y me quedé dormida en cuanto llegué al sofá.

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