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miércoles, 20 de junio de 2012

D.Blake 2ª Parte/ Capitulo 92 (2ª Parte)

- ¿Cuanto tiempo estaremos aquí?. - dije apoyándome en su pecho mientras estábamos tumbados en la arena.
- Hasta mañana por la tarde, tenemos que volver con los demás lo sabes ¿verdad?
- Sí, que rápido se acaba la felicidad. - dije con voz melancólica. - hay momentos que nunca quieres que acaben y este es uno de ellos.

- Sí pero eso es lo que les hace únicos. - dijo riéndose.
- ¿Sabes? Ayer mientras me quedaba dormida, pensé que será de nosotros dentro de unos años, si aún estaremos juntos, igual que ahora o incluso mejor. Y si... bueno quien sabe si algún día...
- ¿Qué Blake?. - dijo mirándome con una sonrisa radiante. - puedes decírmelo.
- Pues que si algún día tú y yo nos casaremos y formaremos una familia. Igual que aquel día en mi sueño.
- Puedes apostar que sí.
- ¿En serio? ¿tú también lo has pensado alguna vez?. - Dije emocionada.
- Sí, sin ir más lejos el otro día con los chicos salió precisamente ese tema.
- ¿Cual tema? Así que hablas de mi a mis espaldas ¿eh?
- No tonta, salió el tema de las chicas y bueno yo dije que estaba comprometido contigo, no de forma oficial pero me siento así.
- ¿Por qué eres tan bueno conmigo Harry?. - dije mirándole a los ojos. - Es que parece que esto no fuera real, como si de un momento a otro me fuera a despertar.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque después de todo lo que ha pasado, estás igual que siempre, nunca me has reprochado nada.
- No he tenido la necesidad de hacerlo. - no hizo falta ninguna palabra más, sin pensarlo le besé, le besé como nunca y entonces un par de lagrimas indiscretas rodaron por mis mejillas.
- ¿Y está vez por qué es? - dijo limpiándome aquellas lagrimás.
- De felicidad simplemente.
Harry se levantó de la toalla y se puse enfrente de mi y me ofreció su mano para levantarme. Me besó y cogió la cámara de fotos.
-Quiero una foto en la que sonrías demostrando la felicidad que sientes en este momento, nada de falsas sonrisas.
- ¿Cómo quieres que haga eso? En las fotos se posa.
- No al menos que se hagan de improvisto. Como por ejemplo ahora.- no me dejó contestar y entonces hizo una foto.- Justo como yo quería.

- Seguro que salgo fatal, dejame ver. - le quité la cámara de las manos y miré aquella foto y al verla me quedé con la boca abierta. -
No se te da nada mal.
- Te lo dije.
El día estaba pasando demasiado rápido y la tarde se nos estaba echando encima sin apenas darnos cuenta, el hecho de estar juntos era suficiente para que el tiempo pasara mucho más rápido, por lo menos para mi.
- Harry ¿dónde vamos a dormir hoy?
- Bueno ya lo verás cuando llegué la hora.
- Vale y mientras que vamos a hacer.
- He pensado en hacer una pequeña excursión. - dijo señalando a una especia de selva que había cerca.
- ¿Me vas a hacer andar, hasta en nuestro aniversario?
- No me seas vaga, anda vístete y pongamos en marcha.
Hice caso y me vestí lo mas rápido que pude. Cuando llegué dónde estaba él me cogió la mano y nos adentramos en el camino que había marcado. Todo aquello era precioso, de un color verde tan espectacular que parecía una imagen en alta definición, las palmeras y la arena hacía de ese lugar como un oasis en el desierto, era algo realmente maravilloso.
- Falta mucho. - dije casi con la lengua fuera.
- No solo un poco, no seas protestona.
- Es que me estoy muriendo de sed Harry. - dije sentándome un una roca.
- Toma anda. - dijo sacando una botella de la mochila que llevaba en la espalda. - venga levanta.
Mientras bebía agua iba avanzando poco a poco hasta que por fin vi que la selva se abría ante nosotros.
-Alucinas, que bonito Harry, ¿Lo estás viendo?
- Sí, ¿te gusta?
- ¿Bromeas? Esto es increíble, me quedaría aquí todo la vida mirando esto.
- Ponte de espalda a mi, que quiero hacerte una fotografía.
-Está bien, pero sacame guapa.- dije frunciendo el entrecejo.


- Tan perfecta como siempre. - dijo sonriendo mientras avanzaba hacia mi, para enseñármela. - ¿Te gusta?
- Sí, esta foto tendrá que estar en nuestro álbum de recuerdos. - sonreí de nuevo y le abracé.
Después de aquella pequeña excursión, estaba agotada y solo quería un sitio donde poder tumbarme a descansar y dormir si era posible.
- Estoy muerta. - dije turbándome en la arena.
- ¿Que haces ahí? Tenemos que ir a cenar.
- Y después a dormir ¿no? Porque sino me va a dar algo.
- Trato hecho. - Harry me cogió en brazos y me llevó a cenar a un restaurante que había cerca de la cala. A causa del cansancio de todo el día tenía un hambre que me moría por lo que no dejé nada en el plato, raro en mi, ya que era demasiado especial para las comidas pero aquella vez no me hizo falta protestar por nada.Terminamos de cenar y nos fuimos a dar un paseo por la orilla, hacía muy buena noche y se podía ver con tanta claridad las estrellas que sentí la necesidad de buscar mi estrella en un cielo tan inmenso. Después de un rato decidimos irnos de nuevo hacia el principio de la cala y allí me encontré una cama precioso en medio de la arena.





- ¿Y eso? ¿Es para nosotros? dime que si. - le miré con ojos brillantes.
- Pues claro que si. - le dí un breve beso y me tiré de cabeza a la cama, era muy cómoda y no tardé mucho en caer dormida entre los brazos de Harry, pero entonces la bombilla se me encendió y me acordé de mi regalo para Harry. - ¿Donde vas?
- Espera... casi se me olvida darte esto. - dije tendiéndole una cajita en sus manos. - No pongas esa cara, tenía que comprarte algo y no me vengas con reprimendas porque te doy una patada en el culo.
-Está bien. - cogió la caja y la abrió. Cuando vio lo que había dentro no paraba de sonreír. Dentro había una alianza de plata que tenía una inscripción que decía: I´m your kryptonite always.
-Dijiste que yo era la Kriptonita que te hace sentir dedil ¿no?, pues ahora cada vez que lo mires te acordarás de mi. - Harry se acercó a mi para que le pusiera la alianza y después me acarició las mejillas y me besó lentamente poniendo cada vez más intensidad en sus besos, como a mi me gustaba y eso lo sabía perfectamente, de mis labios pasó al cuello y provocó un gran escalofrío en mi, haciendo que soltara un leve suspiro. Harry se retiró para mirarme, metió sus manos entre mi pelo y continuó besándome.
Tenía las manos heladas y no sabría decir si era de frío o por el hecho de estar en esta situación con Harry, lo único cierto era que a él le daba igual la temperatura de mis manos sobre su pecho, es más le encantaba porque en momentos como este eran los que él decía que debía perder la cabeza y actuar con el corazón.
- ¿Este es uno de esos momentos verdad?. - dije entre beso y beso.
- Desde luego que lo es. No creo que quepa la menor duda. - dijo riendo alegremente.
La poco ropa que llevábamos acabó despareciendo y nuestras respiraciones se aceleraban cada vez más al igual que el sonido de las olas que sonaban al romper en la orilla. No hacía falta ni una sola palabra en aquel instante, hay miradas que lo dicen todo. DE ESO PODEMOS ESTAR SEGUROS.






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