D.Blake 3ª Parte/Capitulo 125

Harry se había ido temprano aquella mañana, tenía que ir a hacer unas cosas en la oficina del periódico y volvería a casa, Harry había conseguido un trabajo como periodista en una importante empresa y unas de las ventajas era que podía trabajar desde casa. Asique mientras el fue a solucionar sus pequeños problemas yo me quedé en casa organizando un poco el caos de la boda, Marco me ayudaba bastante y a él se unieron mis dos mejores amigos inseparables en Manhattan. Mike y Kate. Era de gran ayuda y por lo menos mientras organizaba pasaba buenos ratos con ellos. Ese día esperando a que vinieran me puse a ordenar mi cuarto, encima de mi cómoda estaba mi anillo de compromiso y no pude evitar pensar que una cosa tan diminuta pudiera significar tanto para dos personas

Llamaron a la puerta y me hizo salir de mis ensoñaciones.

- Buenos días dormilona. - dijo Mike con tres cafés en la mano y un montón de pastelitos en la otra. - ¿ha llegado ya Kate?

- No, pero ¿no habíamos quedado a las doce?.

- Si claro y llegar tarde a tu prueba.

- ¿Que prueba?.-  dije confundida.

- Pues la de tu vestido tendrás que elegir uno digo yo.

- Pero si yo...

- Lo hice yo por ti cariño, el vestido es lo primero, asique andando, duchate mientras esperamos a la tardona de Kate .

- Eres increíble Mike.

- No ha sido nada, anda date vidilla. 

Dejé a Mike en la cocina y me metí en la ducha, me duché en un momento y me fui hacia mi habitación para encontrar algo que ponerme en el armario. Sabía que las pruebas de los vestidos eran muy cansadas porque tenías que estar constantemente probándote cosas asique me puse un vestido de tirantes rosa palo, unas sandalias y me dejé el pelo suelto. Cuando salí Kate  ya había llegado, nos saludamos y nos salimos de casa.

- ¿Tú estás loco?.- dije cuando llegamos a la tienda.

- ¿Qué pasa? Siempre dijiste que querías un diseño Waldrof.

- Ya pero era una hipótesis, tú sabes lo que cuesta uno de estos.

- Siempre lo mismo, eso no es un problema para ti y lo sabes, estás forrada asique disfruta y deja de comerte la cabeza y venga que nos están esperando.

- Si Blake, ¿que mejor que llevar el vestido de tus sueños?

- Vale, vale , tenéis razón,vamos allá.  -  Mike y Kate me cogieron del brazo y entramos dentro.

Era una tienda enorme y era casi seguro que tú solo te perderías allí dentro. Una chica joven, mas menos de nuestra edad nos dijo que teníamos la sala 125 y allí estaban esperándonos para escoger vestidos.

Mike nada mas llegar se acomodó en uno de los sofás y se puso a comer bombones, decían que  como eran gratis tenía que aprovechar, en fin estaba como una cabra.

Kate sin embargo se sentó conmigo y esperó a que la chica que nos atendería viniera con los vestidos que me proponían, eso si, si no me gustaban ningunos no había problema podría elegir los que yo quisiera sin problemas.

Empece a hojear el catalogo que ellos habían preparado para mi y de esos, solo elegí dos los demás no es que merecieran mucho la pena, asique después una chica me dijo que empezara a probármelos. El primero fue una gran desilusión el diseño era muy bonito pero a mi no me sentaba nada bien, es mas me hacía mas bajita de lo que era de por si y no quería parecer una autentico tapón al lado de Harry. El segundo fue mas de lo mismo asique los descarté a los dos de forma definitiva. Cuando la chica vino a preguntarme que que tal, le dije que ninguno me convencía y que quería ver más. Mike y Kate me acompañaron para elegir y fue un caso ,a mi me gustaban unos y a veces coincidíamos peor la mayoría de las veces no, sobre todo Mike era un protestón de mucho cuidado, incluso llegaba a crisparme en algunos momentos. 

- Vale hagamos una cosa, tú Mike mira por ese lado y tú Kate por ese otro y yo miraré aquí dentro de diez minutos en la sala que tenemos reservada y me los pruebo todos, porque al final acabaremos discutiendo.

- Está bien. - Mike nada mas decir eso se fue a buscar el vestido perfecto para mi.

- Es imposible con él.- le dije a Kate  riendo. Después ella siguió por el lado que le había dicho hasta que llagara la hora de reunirnos de nuevo.

Diez minutos mas tarde estábamos en el probador con miles de vestidos esperando a ser vistos.

este es genial, ¿me dirás que no?.- dijo Mike muy ilusionado.

Si quieres que parezca una muñeca si.

Ya estamos... vale es un poco pomposo pero es precioso.

El vestido no estaba mal pero la cola era demasiado pomposa para mi, es más llevaba demasiado vuelo y yo no quería algo muy extravagante,quería algo sencillo, que reflejara como era yo en realidad, pero sin dejar de ir preciosa. Me fui probando  todos los vestidos que me había traído Mike, Kate y algunos de los que yo había elegido pero no me convencida ninguno, todos eran bonitos pero puestos eran muy diferentes, estaba empezando a desesperarme ante la idea de que no encontraría jamás un vestido hasta que Mike dio su ultima palabra.

- No sé si es como tú lo querías pero yo creo que es el que estábamos buscando, por eso lo he dejado para el ultimo. Creo que te gustará.

- Eso espero, no tardo nada, no os mováis de aquí ¿eh?

- ¿Dónde íbamos a ir?. - dijo Kate como si fuera lo mas obvio

Cuando saqué el vestido de la funda, no pude reprimir un grito, era precioso sin duda era mi vestido, me puse bastante nerviosa por lo que casi no atinaba al probármelo, una de las chicas acabó ayudándome. 

Me miré en el espejo mil veces antes de salir, no me lo podía creer, era muy raro lo que se sentía al ver que ese era tú vestido, el que te acompañaría en uno de los días mas felices de tú vida.

Kate y Mike hablaban mientras aparecí por cortina de color verde esmeralda.

- ¡Dios este sí! Pero sin ninguna duda Blake es precioso, te sienta genial. -  dijo Kate emocionada al verme.

- ¿De verdad?

- Pues claro idiota si ya te lo decía yo que este  sería el definitivo, de nada Blake. - dijo Mike sacudiéndose un hombro.

- ¡Oh eres el mejor Mike,no sé que haría sin ti! ¡te quiero muchísimo!. - dije saltando sobre él mientras estaba en el sofá. - me encanta que lo sepas.

- Ponía Blake cuando lo vi. - todos empezamos a reírnos por fin había encontrado el vestido perfecto. Era todo lo que había buscado.

Era un vestido de palabra de honor color crema, tenía el escote fruncido y debajo del pecho tenía un pequeño cinturón de pedrería, el largo del vestido era completamente liso y no tenía una cola demasiado larga ni ostentosa, era perfecto, y ese día sin duda estaría deslumbrante.

Después de elegir el vestido nos fuimos los tres a comer como en los viejos tiempos y estuvimos cotilleando sobre la gente que había estado con nosotros en la universidad y que hacía poco que nos habíamos encontrado de nuevo. Fue una tarde como las que solíamos tener mientras estudiábamos para los últimos exámenes del trimestre o cuando teníamos que hacer uno de los trabajos interminables de historia, en definitiva algo irrepetible.

A pesar de todo seguíamos siendo inseparables y eso me gustaba, me habían ayudado mucho durante mis primeros meses en Manhattan y había sabido entenderme en mis peores momentos y por eso se merecían el cielo, en ocasiones era difícil de aguantar pero ellos lo hicieron con toda la paciencia del mundo porque me querían, no sabía que haría sin ellos. Eramos un grupo muy raro al principio pero nos daba igual, nosotros eramos felices siendo nuestro pequeño grupo de tres y después de tantas cosas que habíamos vivido sabía que nunca cambiaría.