Follow me, please :)

sábado, 29 de septiembre de 2012

D.Blake 3ª parte/Capitulo 134


De nuevo aquel mal estar en mi estomago, estaba empezando a pensar que esto no era normal. Me levantaba  cada mañana vomitando y empecé a pensar que lo mismo me había intoxicado pero era imposible, porque sino hubiera estado mala todo el día y solo me ocurría por las mañanas o cuando olía algún olor fuerte, era tan desagradable que las arcadas se apoderaban de mi.
Todo tipo de hipótesis se pasaban por mi cabeza hasta que una tarde mientras escribía en mi cuaderno mirando hacia el mar la solución vino hasta mi.
Llevaba casi un mes sin el periodo y era raro que se me atrasara, en muy contadas veces lo hacía y entonces empecé a atar cabos.
Me levanto por las mañanas y me ponía mala a morirme,los olores fuertes me daban un asco terrible, tenía un hambre insaciable la mayor parte del día y no me había bajado el periodo, todo apuntaba a eso. Estaba embarazada.
No era seguro pero estaba seguro de que esta vez no me equivocaba, quería contárselo a Harry  corriendo pero aun era pronto solo llevaba unos días de retraso según mi calendario para casi iba a completar un mes sin haberla tenido, pero mejor estar seguros. Quería asegurarme primero de ello y no ilusionarme para luego ser lo contrario, tampoco sabía como iba a reaccionar él.
Entonces aquel recuerdo vino a mi, aquella tarde en la que Kate me dijo que podía ser posible que eso ocurriera. Harry por ese entonces no quería saber nada de niños pero después con e tiempo había cambiado de idea y tener una familia conmigo estaba dentro de sus deseos.
¿por que me asaltaban tales dudas?  Lo mejor me veía aún demasiado joven como para quedarme embarazada, pero no era así, a mi me hacía muchísima ilusión, pero ahora mismo no sabía que iba a suponer tener un niño en nuestras vidas.

– ¿Te queda algo por meter en la maleta?

– Lo digo por si quieres que nos vallamos antes hacia el hotel.

– No pero estoy algo cansada no me gustaría acabar hoy muy tarde.

– Desde luego, el viaje será mas largo que los demás, esta vez es directo hacia New york.

– Lo sé será un viaje largo, pero lo bueno es que estaremos en casa. Tengo unas ganas tremendas de dormir en mi cama.

Cenamos ligero, no quería hacer una cena copiosa para no poder pegar ojo aquella noche, hacía calor como la mayoría de las veces y entre eso y la cena,aunque a penas había comido, hicieron que me entraran unas ganas tremendas de vomitar, me levanté de una salto y fui corriendo al baño, a penas me dio tiempo de cerra la puerta para no despertar pero si me volvió vomitaría en el suelo.
– ¿Blake otra vez?. - dijo preocupado mientras me apartaba el pelo sudado de la cara.- ¿Debería preocuparme?

– No, es solo una mala noche.

– No es una mala noche Blake, llevas mas de dos semanas así. Tendríamos que ir al médico.

– No, al médico no, no quiero retrasar el viaje.

– Pero así no podrás viajar.

– Por favor, iré al medico pero cuando lleguemos allí.

– ¿Por que eres tan cabezota?

– Te casaste conmigo despues de casi seis años, deberías saberlo.

– Si mañana amaneces igual iremos al medico, me dan igual tus pegas. . - Harry me ayudó a levantarme y me abrió la ducha con agua fría para que me refrescara un poco.- te traeré una toalla.

Sola de nuevo me observé en el espejo y mi vientre seguía plano no quería que Harry notara que estaba algo hinchado y supiera todo antes de tiempo sin estar segura. Me metí en la ducha y cuando Harry me trajo la toalla se quedó parado observándome y me hizo sentir cohibida.
– ¿Qué?- dije con voz cálida.

– Nada son tonterías mías.

Le miré con ojos suspicaces y por un momento pensé que me había notado algo y que por eso me miró de esa forma. Salí corriendo antes de que pudiera observarme durante mas tiempo, me enrollé en la toalla, me sequé lo mas rápido posible y con el pelo aún empapado me tumbé en la cama. No sé cuanto tiempo tarde en dormirme pero la ducha había hecho su efecto y me relajó tanto que fui entrado en un profundo sueño sin apenas darme cuenta.

Cuando abrí lo ojos, deseé que esas horribles nauseas no volvieran a aparecer y parecía que habían cesado despues de lo de la noche anterior. Me levanté y me  puse a prepararme para irnos hacia el aeropuerto, Harry mientras yo terminada de vestirme y arreglarme se fue a llamar al taxi para llevarnos al aeropuerto.


Vuelo 456 destino Manhattan, New York.
En mi vida un cartel me había hecho tan feliz,tan solo unas letras en color amarillo había hecho que me humor cambiara y estuviera impaciente por llegar a nuestros destino.

Después de diez horas y media de viaje, mi humor no era ni la mitad de bueno de lo que había sido nada mas levantarme,estaba asqueada de esos odiosos asientos y sobre todo de esa comida pre cocinada que servían a la hora del almuerzo, no podía alta cocina pero si algo comestible por lo menos, por no hablar del café, en fin si empezaba tendría una gran lista de la cual podría seguir añadiendo cosas constantemente.
Mi momento mejoré cuando introducí la llave en la cerradura de mi casa.
– ¡Por fin en casa Harry!. - dije tirándome en el enorme sofá de color blanco.- no me pidas nada hoy, solo quiero estar aquí en el sofá sin moverme.

– ¡Demasiado tarde amiga!. - dijo Kate chillando mientras se  tiraba en el sofá encima de mi. -¡¿Crees que me iba a perder tu vuelta?! Estás loca.

– Ah Kate, estás aquí.- dije dándola un fuerte abrazo. - tengo que contarte muchas cosas.

– Eso espero. - dijo apretándome en un abrazo. - miré hacia la puerta y ahí estaba Louis abrazado a su mejor amigo, despues cuando me deshice del abrazo de Kate fue a saludarle, me dio un abrazo de oso como ello llamaba y después nos sentamos todos en el salón para contarles que tal la luna de miel.

Nuestras caras debían de ser maravillosas porque no nos interrumpían ni una sala vez, Kate y Louis estaban cogidos de las manos y reían y charlaban con nosotros sobre el viaje, las cosas que habíamos visitado y si había alguna novedad al frente, mi cara debió de ponerse pálida porque Louis, me dijo que si me encontraba bien. Me apresuré a responder que si y pareció convencer sin embargo Kate y Harry no. Harry sobre todo.
Antes de irse Kate me prometió que mañana comeríamos juntas con Mike y contarle todo el viaje. No me negué aunque iba a estar reventada. Cerré la puerta y Harry estaba sentado en el sofá mirándome con cara seria, e senté a su lado y sonreí.
– ¿Qué pasa? Quiero la verdad Blake.

– Nada ¿por que dices eso?. - dije recostándome en el sofá.- Estoy bien, no pasa nada.

– Son los mareos ¿es eso?

– No para nada, hoy parece que todo se ha calmado.

– No me gustaría estar como siempre, no quiero que me ocultes cosas para no preocuparme Blake, sabes que me cabrea mucho que lo hagas.

– Que no es nada pesado, es solo que estoy cansada y necesito tiempo ara dormir y recuperarme.- le di un beso y el respondió.

– Está bien. Por cierto mañana vamos a cenar a casa de mamá.

– Vale me parece estupendo, vendré pronto de la comida con Kate y Mike y nos iremos juntos ¿vale?. Bueno Harry estoy muerta me voy a la cama.

– Que descanses.- dijo despidiéndose de mi.


Una radiante mañana  me despertó en mi querida ciudad de New york,había quedado con Kate y Mike así que quise darme prisa para no llegar tarde y menos en un día como hay no tenía tiempo que perder.
Salí de casa a las doce y esta vez fui andando hacia donde habíamos quedado, me apetecía pasear después de haber estado en una avión encerrada el día anterior, además hacia un día muy bueno y no ese calor asfixiante de mediados del verano, pronto llegaría el otoño y había que aprovechar los últimos día de sol del verano.
Me entretuve varias veces por el camino así que llegué un poco tarde a la cita, pero en cuanto Mike me vio pareció que no le importo porque su cara de enfado desapareció al instante.
– Como me alegro de verte ya petarda, mucho tiempo te fuiste, espero que tu marido note rapte y no podamos verte más.- dijo abrazado ami como si hiciera años que no me había visto.

– Exagerado sigo siendo libre, solo que con un anillo en el dedo y un apellido distinto.

– Bueno venga cuéntame que tal el viaje, ya que ayer cierta persona.- dijo mirando a Kate.- no me llamo para avisarme de tu llegada.

– Vale pero primero vamos a comer que estoy que voy a desfallecer a este paso.

Entramos en el restaurante, pedimos la comida y empezamos a charlar sobre las cosas que habían pasado estas semanas y que yo me había perdido y después mientras comíamos empecé a contarle mi viaje de novios a Mike.
– Osea ¿que todo perfecto?,  que envidia me das.

– La verdad que no me quejo de nada en absoluto, excepto de is pequeños mareos y vómitos repentinos desde parís.

– ¿Y eso? ¿te ha sentado algo mal?lo mismo no puedes comer nada fuerte y mirate como nos estamos poniendo.- dijo Kate preocupada.

– Ha decir verdad te veo mas guapa Bleiky, no sé si será ese moreno caribeño pero te noto distinta.

– Bueno eso es algo de lo que quería hablaros. - ambos me miraron con ojos expectantes.

– Blake es para hoy no nos puedes dejar así, a Mike le está dando un ataque de nervios, cuando estás así de misteriosa es que pasa algo importante.

– Haber es que aún no estoy con por cien segura pero yo daría un sí por respuesta definitiva.

– Ay Blake venga suéltalo ya hija.- dijo Mike cardíaco. - Espera ¿no será que...?

– No sé Mike.
– ¿Hola estoy aquí? No me entero de que habláis podéis ser mas claros.

– Haber llevo desde París con nauseas por las mañanas tengo un hambre flipante durante gran parte del día y me mareo constantemente cuando huelo algunos aromas, al principio pensé que era porque algo me había sentado más pero es que ya va a hacer casi un mes que no me baja la regla desde le mes anterior.

– ¿En serio?. - dijo Kate asombrada. - ¿No será como la otra vez?
– ¿Lo recuerdas?

– Pues claro que si me diste un susto de muerta lo que pasa que tenías dieciocho años y ahora tienes casi veinticinco no es la misma situación, pero ¿has hecho la prueba?.

– ¿Te ha pasado más veces? Eso no lo sabía yo. -dijo Mike poniendo cara de enfurruñado. ¿Cuando fue?

– Hace mucho.

– Muy mal no informáis de las cosas importante.

– Bueno ahora lo importante ses que estamos en la misma situación y ya no somos unas crías Blake, tienes que ir al ginecólogo.

– Perdonad si interrumpo pero... ¿Harry sabe algo de esto?

– No le he dicho nada.

– Blake es al primero que tienes que decírselo.

– Hay vale, pero es que antes necesitaba estar segura no quiero decírselo y que luego no sea, no quiero ilusionarme con la idea de que voy a ser madre y después llevarme un batacazo.

– Vamos ahora.

– ¿Ahora?

– Si vamos ahora y no hay peros que valgan, pide la cuenta Kate nos vamos ala medico y esta noche se lo cuentas, porque hoy saldrás de dudas. Andando.

Los tres nos dirigimos hacia el centro medico, los hospitales me daban bastante respeto sobre todo desde que estuve ingresada por lo del accidente cuando solo era una niña de quince años y después las otras dos debido al problema de mis nervios.
Los tres nos sentamos en la sala de espera y esperamos a que el doctor nos llamara, me temblaban las rodillas y me sudaban las manos, estaba muy nerviosa y por un momento tuve el impulso de llamar  a Harry  para que viniera conmigo.
– Necesito llamarle, decirle que venga Kate.

– Pero te van a llamar ya.

– Ya lo sé pero lo necesito.

Cogí mi móvil y salí fuera, marqué el numero y a los tres tonos Harry cogió el teléfono.
– Harry necesito que vengas.

– ¿A dónde?¿qué pasa Blake?

– Estoy en el médico, no te preocupes estoy bien,solo he venido por lo de mis mareos y quiero que estés conmigo, estar con mis amigos no es igual, cuando llegues te lo explico solo espero que no te enfades conmigo.

– ¿Enfadarme porque? Bueno cariño esperame ahí, no tardaré.

Estre de nuevo en la sala y el doctor ya me había llamado pero al haber mas pacientes detrás de mi les dejé pasar con la esperanza deque me volviera a llamar una vez que Harry estuviera aquí, dentro estaba una mujer joven, con un tripón tremendo le estaba contando a otra mujer que estaba embarazada de gemelos y que le faltaban a penas unos días para tenerlos. Allí hablaban entre ellas de sus problemas,mientras estaba esperando apareció una chica de unos dieciséis años con el vientre abultado y al lado su madre con cara de pocos amigos. La niña contemplaba su tripa y la acariciaba levemente, por un momento sentí envidia al saber que se sentiría al saber con seguridad que un niño estaba creciendo dentro de ti.
– Blake contesta el teléfono.

– ¿Qué? Ah sí.- me levanté y contesté, Harry acababa de llegar así que salí fuera a buscarle,fui lo más deprisa que pude y allí le encontré en la recepción con chapetas en la cara de la carrera que se habría pegado desde el coche hasta aquí.

– ¿Qué pasa Blake estás bien?. - dijo cogiéndome la cara entre sus manos para besarme.- ¿Has vuelto a marearte?

– No.

– ¿Entonces para que has venido a urgencias?

– Acompañame ¿vale?. - le cogí la mano y fui de nuevo hacia la sala de espera, Harry saludo a mis amigos y después se sentó con nosotros. Al principio no le hizo mucho caso a su alrededor pero al ver a todas aquellas mujeres comprendió la situación.

– ¿Blake que está pasando?. - dijo mirando de reojo a la mujer embarazada de gemelos.

– Creo que los mareos no es porque me haya sentado mal la comida, creo que estoy embarazada Harry, pensaba contártelo antes te lo juro pero quería asegurarme primero pero cuando Mike y Kate me han traído aquí para que me examinaran necesitaba que estuvieras a mi lado, si resulta que no estoy embarazada me llevaría una decepción pero contigo se hará menos duro Harry.

– ¿Desde cuando crees eso?. - dijo acariciándome la mano.

– Desde hace dos días. Caí en la cuenta deque no me había venido el periodo y poco a poco todo encajó. ¿Estás enfadado?

– Hombre podías habérmelo  dicho. 

– Lo siento Harry, pero no quería que nos ilusionáramos para que luego no fuera, quería confirmarlo.

– Está bien Blake, pero no me ocultes cosas y menos algo como esto, si resulta que no estás embarazada no importa tenemos mucho tiempo por delante.

Harry me abrazó ante la mirada de todas aquellas mujeres que suspiraron al ver la escena, incluso la chica joven, que aún seguía con la manos en el vientre.
– ¿Blake Styles?.- dijo un chico joven mas o menos de la edad de Harry y mía.
– Sí.

– Ya puede pasar, solo puede acompañarle una persona.-  dijo mirando a los tres.

– Sí ya lo sé.

– Pero Harry ¿Que haces ahí parado entra con ella?.- dijo Kate dándoles un leve empujón. Harry me cogió de la cintura y entramos en la consulta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario