Mis planes de boda seguían y la fecha de mi enlace se acercaba y a causa de eso mis nervios también lo hacían, Harry se lo tomaba con mas tranquilidad que yo pero en los hombre será algo de lo mas normal.
Muchas tardes después de trabajar Harry venía a buscarme e íbamos a casa de Marco a seguir con la organización de la boda, pero sin duda lo mas difícil fue la lista de invitados, era inmensa y a todo el mundo no se le podía invitar por mucho que quisiéramos, asique al final pusimos la norma de solo invitar a los mas allegados para nosotros, incluyendo ahí a los amigos y familia. Pero aún así seguía siendo una decisión difícil.
- No podemos invitar a todos Harry, asique tenemos que reducir la lista, además no cabemos todos ahí. El sitio es grande pero no quiero estar pegados los unos con los otros.
- Está bien, pero ya me dirás como lo hacemos.
- Mira haz una lista con tu gente mas allegada, sin contar a tu familia, a la mía y a los amigos en común. Y después miramos las dos listas y hacemos una conjunta.
- Vale gruñona.
Cuando me puse a hacer mi lista no creí que fuera tan estresante, me llevaba bien con demasiada gente, pero no tenía mucho afecto con la mayoría de ellas, asique fui eliminando, invité a mis tíos de Londres y a mis abuelos con la esperanza de que pudieran venir llevaba años sin saber nada de ellos, solo algunas cosas por boca de mi madre,mis abuelos decían que el teléfono no era para ellos y por eso nunca se comprarían uno asique la comunicación con ellos era escasa. Por otro lado estaban algunas de mis primas con las que mas o menos había tenido contacto pero no gran cosa asique las incluí y después puse a mis amigos de todo la vida exceptuando algunos claro. Cuando terminé la lista eran al rededor de treinta personas asique no estaba tan mal.
Harry llegó con la suya y casi me da algo era como unas 80 personas sin contar a los amigos.
- ¿Harry en serio?. -dije incrédula con el papel en la mano. - vale que en tu familia sois mucho pero de verdad conoces a toda esta gente o lo haces por compromiso?
- Un poco de las dos.
- Pero habíamos quedado en que nada por compromisos.
- Está bien... - dijo cogiendo de nuevo la lista para tachar algunos nombres. - Ya está.
- Ves ahora las cosas son mas creíble, Harry era imposible que tuvieran 80 personas.
- Bueno ahora son 35.
- Pero es un numero más o menos considerable.
En total contando su lista y la mía eran unas sesenta y cinco personas y a eso teníamos que añadirle otras veinte o treinta personas de la lista en común, vamos redondeando unos cien invitados. Era algo mas que considerable y tampoco queríamos tanto lío.
El tema de la ceremonia estaba todo más que hablado al final haríamos la boda en los Hamptons junto a la playa, donde Harry me había llevado cuando hicimos seis meses de novios, había sido algo mágico en nuestra relación y ¿qué mejor que ese lugar para celebrarlo?
Marco se había encargado de buscar un cura amable que quisiera hacerlo fuera de la iglesia y lo encontró sin problemas, era un organizador de bodas excelente y me sentí muy aliviada de que fuera amigo mio porque si hubiera tenido que buscar uno me podría haber muerto. Respecto a los trajes de las damas de honor no había mucho problema dejé que Kate eligiera el que mas le gustara ya que ella sería una de ellas, aquella semana le había dicho a Vicky que Lux sería la encargada de llevar los anillos y que fuera ensayando con ella, seguro que la hacía mucha ilusión cuando se enterara y más si le decías que iría vestida como una princesa. Las invitaciones de boda estaban lista, solo faltaba decir cuantas copias necesitaríamos y mandarlas y ya que teníamos claro que seríamos unas cien personas era el momento para avisar a Marco y que las mandara imprimir cuanto antes.
- Sinceramente a mi hay una cosa que me preocupa más que todas estas cosas. - dijo Harry recostándose en el sofá.
- ¿Y cual es si puede saberse?. - dije mientras recogía algunos papeles que había en la esa.
- El baile.
- Ostras es verdad, no había caído en eso, pero... ¿no será el típico vals verdad?
- No sé yo de esas cosas sabes que no entiendo, además yo no sé bailar el vals.
- ¿No?. - dije sorprendida. - yo te enseño ven. - cogí a Harry del brazo y me lo llevé al medio del salón, retiré la mesa y me puse en posición de bailar.
- No se me da bien.
-No importa, yo te enseño, mira pon una mano sobre mi cintura y la otra sostenla en alto enlazada con la mía y después sigue mis pasos ¿Vale?
- No voy a saber a hacer tantas cosas a la vez, esto es muy complicado.
- Oh venga no me seas vago, venga sígueme...
Harry llevaba bien el ritmo y había cogido el tranquillo a aquello pero en cuanto nos poníamos serios le daban ganas de reír y claro así me lo contagiaba a mi también y al final acabábamos riéndonos como dos locos y así no podía enseñarle nada más que unos pasitos de nada. En definitiva no íbamos a bailar un vals en la boda, porque sino haríamos justo lo que hacíamos ahora mismo descojonarnos al ver nuestras caras.
- Así es imposible Harry. - dije riéndome.
- Te dije que era un caso perdido. - dijo en tono divertido. - estas cosas no deberían existir.
- ¡Ay! me has pisado.- dije dándole un ligero manotazo en el brazo.
- ¿Ves? encima saldrás herida, mejor buscar otra cosa para bailar.
- Vale pero sabes que tienes que bailar no te vas a librar que lo sepas, que te conozco. - dije dándole un beso, al que él respondió al instante con más pasión. - ¿quieres jugar o que?
- No estaría mal. Este juego ya sabes que me encanta y más si tú eres mi compañera.
- Estás fatal ¿lo sabes verdad?
- Pero solo por verte a ti. - Harry me cogió en brazos, me llevo hasta el sofá y comenzó a besarme y así dábamos comienzo a nuestro juego particular.
- Harry no podemos seguir así, parecemos dos adolescentes con las hormonas alteradas, ¡te das cuenta que siempre acabamos igual. - dije mientras me vestía.
- No podemos hacer otra cosa... siempre hemos sido así además esto significa que nada a cambiado y que seguimos como el primer día. ¿quieres ser como esas parejas que se acomodan a una rutina y al final acaba en desastre? Por que yo me niego a eso.
- Hombre pues yo no quiero caer en esa rutina. También es cierto que cada vez es mejor todo esto pero necesitamos ponernos serios.
- Yo siempre soy serio.
- Seguro. Anda vístete que tenemos que irnos. - le dí un beso y me levanté del sofá.
- ¿A donde vamos?
- Tenemos que ir a la exposición de Mike, prometí que iríamos esta noche, además todas estarán allí.
- Vale, voy a ducharme. ¿quieres acompañarme?. - dijo suavemente en mi oído.
- No, ya sé como acaban tus duchas. - me giré y le di un beso antes de empujarle suavemente hacia el baño.
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