Diario de Blake

Capitulo 18

15 de Septiembre.
Para algunos esta es la fecha en las que empiezan las clases pero para mi, era una fecha que me recordaba que solo faltaban cinco días para marcharme de allí y los estaba deseando despues de los últimos días.
Esa misma semana tenía la supuesta fiesta sorpresa que mis amigos me habían preparado como despedida, mis amigas insistieron en ir de compras para estrenar modelitos y así comprarme ropa para mi viaje y esa misma tarde es donde empezó todo.

- ¿Vicky se puede saber a donde vamos ahora? Acabo de comer y ya me esas llevando de un sitio a otro sin parar, al final acabaré mareada.

- Que va... tía tenemos que irnos de compras,no pretenderás ir con la misma ropa a la universidad, ademas curso nuevo, ropa nueva.

- ¿Que inventas?

- Pues eso que te compres ropa monísima para ir allí.

- Esta bien pero porque me valla no significa que valla a tirar todo mi armario.

- Anda venga entremos ya que no nos da tiempo a nada.

Entramos a toda prisa en el centro comercial, Vicky estaba como loca mientas que avanzábamos por el pasillo donde estaba su tienda favorita, donde probablemente nos pasaríamos más de dos horas como mínimo. Mientras que Vicky se probaba como unos cuatro vestidos decidí irme a otra tienda mientras tanto para buscar algo, aunque si lo hubiera sabido jamás hubiera salido de la tienda por mi cuenta, crucé el pasillo y entonces vi a Nath con Trevor, me pareció muy extraño que ninguno de los dos me hubieran llamado para decir que también estarían allí, quise acercarme pero me sentó tan mal que decidí irme a la tienda otra vez, cuando llegué Vicky estaba en la cola para la caja.

- ¿Que pasa Blake?

- Nada.

- ¿Como que nada, te has visto la cara?

- De verdad que no es nada, son cosas mías.

- ¿Te has enfadado porque he tardado mucho?

- No, para nada, no es eso Vicky, de verdad dejalo no quiero sacar el tema.

- Bueno pues nada cuando quieras hablar me lo dices, que seguro que te entenderé.

- ¿Oye una cosa?, Nathaly te ha dicho que iba a venir al centro esta tarde.

- No la llamé para quedar pero me dijo que se iba donde su hermana a pasar la tarde ¿Porque lo dices?

- Porque la he visto antes sola, en el pasillo donde esta la tienda de bolsos.

- Que raro, a lo mejor está con su hermana.

- No, lo mejor es que esta con mi novio y ninguno de los dos me ha dicho nada, de que iban a estar aquí, y si las cosas últimamente fueran bien no me preocuparía pero con Nath últimamente choco mucho por sino lo has notado, esta muy rara conmigo.

- Serán cosas tuyas, ella esta como siempre.

- No, sabe de sobra que no.

- ¿Pero que es lo que te preocupa? Nath esta saliendo con Zac el mejor amigo de tu novio y querrá comprarte algo y ¿que mejor que llamar a tu amiga para que te aconseje?

- Bueno puede que lleves razón.

- Querida siempre la llevo.

Eran casi las 7 y nos entró hambre asique fuimos a una cafetería que había al lado del centro comercial a merendar el famoso pastel de chocolate del señor Guedi, era la mejor tarta de chocolate del mundo, en la vida probarías nada igual que eso.

- Podría venir aquí a ponerme como una cerda sin importarme durante años.

- ¿Tú? Ya claro y luego dirías que Ben a ni te mira.

- Eso es otro tema. – dijo con la boca llena de chocolate.

- Agg, por favor no hables con la boca así.

- Bueno perdoname flor de Pitiminí. - de repente Vicky se quedó pálida mirando hacia la ventana.

- ¿Que pasa? - dije mientras me daba la vuelta hacia la ventana.

- ¡No! - me dijo chillando lo que hizo que todo el mundo nos mirara. -no pasa nada es que creía que tenía un araña en el pelo.

- ¿Vicky me estas vacilando?

- Ejem, no en serio, parecía enorme.

Enseguida cambió de tema, pero tenía cara de preocupación desde lo que había pasado antes, ¿porque no quería que mirara? Era como si todo el mundo me estuviera ocultando algo y si antes me estaba hartando, ahora estaba acabando con mi paciencia.

El tiempo empezó a cambiar y pasó de hacer un calor insoportable a nublase todo por completo, nos fuimos hacia el coche de Vicky y me dejó en casa, me dio que me llamaría mañana que quería que la acompañara a un sitio muy importante y quería que la acompañara fuera como fuera. Cuando entré en casa mi madre estaba en el salón hablando por teléfono con su agencia que no la dejaban ni a sol ni a sombra, la dí un beso y me senté en el sofá y esperé allí para enseñarle lo que me había comprado.

Subí a mi habitación y me entró mucho frío y de repente empezó a llover con mucha fuerza, las gotas golpeaban contra la ventana como si fuera granizo, era como si la tormenta diera fin a ese día tan extraño que tenía, lo que me hizo preguntarme otra vez que era lo que todos me ocultaban, desde mis mejores amigas hasta la persona que más quería en ese momento Trevor.