D.Blake 3ª Parte / capitulo 112

Cuatro años después....

El final de la carrera estaba llegando, apenas en unos días tendría que enfrentarme a otra nueva etapa de mi vida, hacía dos años que había decidido cambiar mi carrera de magisterio para dedicarme a las bellas artes y probablemente fue la mejor decisión de mi vida, estaba haciendo lo que en verdad me gustaba y ahora me sentía mucho mejor conmigo misma.

Hacía un mes que había cumplido los 24 y a Harry le faltaban unas cuantas semanas para cumplir los 25. Llevábamos juntos cerca de cinco años y habían sido los mejores de mi vida, parecía ser el definitivo de una vez por todas.

Harry eligió periodismo y le fue muy bien, era algo que realmente le gustaba hacer asique no tuvo el más mínimo problema para sacarlo todo, el problema fue cuando tuvo que estar fuera de la ciudad un mes, yo iba a verle los viernes y me quedaba el fin de semana en el hotel donde estaba, no era lo mismo que estar en casa pero no podíamos hacer otra cosa, era la única manera de no estar tanto tiempo separados.

El padre de Harry lo dijo hacía años que esto pasaría pero eso no impidió que todo se acabara como él decía. Al contrario nos unió mucho más.

Yo por mi parte empecé a trabajar en un pequeño estudio que mi madre montó en Manhattan y las cosas iban muy bien, prácticamente no tenía horarios era una especie de trabajo por placer. Mi madre me había dado algunas ideas para realizar las sesiones pero prefería hacerlas por mi misma y la cosa fue cada vez mejor y las ofertas no paraban de llegarme, era la hija de Lizy Humprhey la famosa fotógrafa profesional de Londres, era algo con lo que tendría que lidiar durante todo mi carrera si quería continuar con esto.

Kate a veces me echaba una mano y pasábamos la mayor parte del tiempo juntas, cosa que me alegraba mucho, desde que se fue a vivir con Louis me hacía mucha falta a veces sobre todo en los días ploff donde necesitabas a tu mejor amiga pero con los días que pasábamos juntas a mi me compensaba.

- Kate me alegro mucho de que estés conmigo aquí, te echo de menos aún.

- Pero si hace mucho que ya no vivimos juntas Blake, aún no lo has superado. - dijo en tono de burla. - tendré que ir a darte el beso de buenas noches.

- Que graciosa... no en serio, a veces echo de menos esos momentos de risas en el sofá mientras comíamos helado a montones.

- Yo también, pero si te das cuenta nunca hemos cambiado nada entre nosotras, seguimos siendo las mejores amigas.

- Desde luego que si. Y no cambiará en mucho tiempo. - la tarde juntas pasaba muy amena y a penas nos dábamos cuenta de que la sesión de fotos estaba a punto de terminar, las modelos nos invitaron aquella noche con ellas pero estábamos demasiado cansadas asique les prometimos ir otro día con ellas.

De camino a casa cogimos algo de comida y nos fuimos a mi casa a cenar, estuvimos hablando hasta que llegó Louis a recogerla y después se marcharon. Cuando me quedé sola llame a Harry para ver que tal estaba y cuando volvía por fin.

- Te echo de menos ¿sabes?.- dije tumbada en el sofá.

- Yo también pero este fin de semana estaremos juntos por fin y ya no tendré que irme a ninguna parte.

- Eso espero, empiezo a cansarme de estar tanto tiempo sola, cada vez que me voy a dormir y veo tu sitio vació me dan ganas de llorar.

- Blake no te preocupes solo quedan 24 horas para que estemos juntos, después haremos todas las cosas que hemos perdido este mes.

- ¿Me lo prometes?

- Claro que si. ¿Como vas con el trabajo?

- Pues con mucho estrés, no para un solo segundo menos mal que Kate me ayuda en todo lo que puede,  mi madre me va a matar del estrés. No tengo tiempo para nada.

- Espero que lo tengas para mi.

- Eso no tendrías ni que preguntarlo Harry. Cuando tu estás el estrés desaparece lo sabes muy bien. - dije poniéndome un poco colorada.

- ¿Eso es una propuesta?

- No es solo que haces que me relaje de una forma que nadie sabe.

- Me lo tomaré como un cumplido...

- Deberías hacerlo, jo Harry es que tienes que estar ya aquí la casa se me hace muy grande si tú no estás aquí.

- Está bien Blake, piensa que esta es la ultima vez que nos vamos a separar. Cuando llegué empezaré las practicas en el periódico y estaremos todo el tiempo juntos.

- No veo la hora de que llegue ese día.

- Además ¿creo que dentro de unos cuantos días es el cumpleaños de alguien que conozco?

- Sí... pero no recuerdo su nombre ahora  mismo... 

-¿Espero que no sea verdad?

- Que no idiota, ¡que ya sé que es tu cumpleaños! ¿Como se me iba a olvidar un día como ese Harry?

-Ya lo sabía jajajaja. - me encantaba oír la risa de Harry me hacía sentir que estaba más cerca de lo que en realidad estaba.  Me tiré más de dos horas hablando con Harry por teléfono diciendo tonterías y manteniendo conversaciones sobre nada en especial pero por lo menos sentía que le tenía a mi lado aunque solo fuera su voz. - Te llamó cuando salga para Manhattan no te preocupes.

- Esta bien, te quiero  Harry.

- Y yo a ti mi amor. Nos vemos pronto.

Los días hasta que Harry llegara estaban siendo eternos y el trabajo no es que ayudara mucho a hacerlo más llevadero. Entré a trabajar desde las ocho de la mañana y no tenía un solo segundo para sentarme, ese día estaba la sesión de fotos para la nueva colección de vestidos de novia de la diseñadora Waldrof, el vestido que cualquier chica desearía para su boda.

Mientras supervisaba que todo estuviera saliendo lo mejor posible alguien entró en el estudio, no le dí la menor importancia hasta que esa persona se  acercó a mi.

- ¿Blake Humprhey?.- dijo aquella voz tan conocida.

- Rebeca Bloom.- dije con un ápice de odio en mi voz, al verla a la cara me quedé helada no parecía la misma, era otra persona diferente.- ¿qué narices haces aquí?

- Tranquila solo quiero hablar contigo.

- ¿Hablar? ¿pero de que vas Rebeca? Largate antes de que te eche yo de una patada en el culo.

- Blake necesito... - Rebeca se cortó a mitad de frase, era como si fuera a llorar de un momento a otro. - hablar contigo,  tengo que disculparme.

- Pues llegas un poco tarde yo diría que cuatro años tarde. No me hagas perder el tiempo Rebeca, no tengo ganas de tus juegos, ya no tenemos edad para eso.

- Por favor... -  eso si que era extraño Rebeca suplicando.

- ¿Que te ha pasado Rebeca?. -  dije extrañada. - Tú nunca suplicarías de esa forma.

- Déjame invitarte a un café.

-Si claro para que me envenenes, no me fío de ti Rebeca no después de todo lo que me hiciste. -  agachó la cabeza y se llevó las manos a la cara y empezó a llorar, me quedé helada ante esto, asique al final terminé accediendo. - pero no tengo mucho tiempo.

- Gracias por darme la oportunidad Blake.

Rebeca y yo dejamos el estudio y fuimos a tomar un café a una cafetería cerca de allí, no me fiaba mucho de ella , asique no bajé la guardia un solo instante.

- Bien, ¿de que quieres hablar?. - dije cortante.

- Quiero disculparme por todo Blake.

- Ya te he dicho que llegas un poco tarde Rebeca.

- Bueno no es que haya tenido mucho tiempo, me llevo más de lo previsto cumplir mi condena, pero gracias a eso soy una persona nueva.

- ¿En serio? En ese caso me alegro mucho por ti. Y ahora ¿que es lo que quieres?

- Me arrepiento mucho de haberte hecho la vida imposible Blake, siempre he sido la niña de papá que todo lo consigue cueste lo que cueste...

- ¿No me digas? No daba esa sensación. - dije en tono sarcástico. 

- Blake sé que no me crees pero he cambiado, te lo juro. 

- ¿Como quieres que te crea Rebeca? ¿ no recuerdas nada? Fuiste hasta Londres a buscar  a Trevor solo para separarme de Harry, para hacerme daño y para verme arrastrarme como su fuera un gusano, Rebeca en serio... ¿Que te hice? He pensado en ello muchas veces... y nunca he encontrado una buena razón para que me odiaras de esa manera.

- Supongo que siempre te tuve envidia.

- ¿Envidia?

- Sí, parece mentira que no lo supieras... tú tenías tantas cosas que yo deseaba y lo conseguías simplemente siendo tú misma, sin embargo yo... eso no lo podía conseguir de ninguna forma, tampoco conseguí que ningún chico me quisiera como Harry te quería a ti.

- ¿Y machacarme te hacía sentir mejor?

- No pero si me hacía sentir superior a ti.

- Pues me encanta tú forma de hacerlo Rebeca, sabes que casi pierdo  todo lo que tenía por tu culpa, no tienes ni idea de lo que Harry tuvo que soportar por tu culpa, de lo que tuve que soportar yo mientra estuve semanas en un hospital, mi familia, mis amigos... Rebeca ¿te haces una idea?

- Lo siento Blake, por eso quiero compensarte por todo.

- ¿Como? Ya no puedes hacer nada, lo hecho, hecho está.

- No espera, quiero que sepas que he cambiado y para demostrártelo voy a ayudarte en todo lo que me pidas. Bueno y otra cosa más, quiero presentarte a alguien.

- ¿ A mi?. -  dije sorprendida.

- Sí espera un momento. - Rebeca se levantó de su asiento y fue hacia la puerta de la cafetería, no me podía creer que  me hubiera dejado tirada de esa manera, justo cuando me iba a levantar apareció  por la puerta con un chico. - Blake este es Brandom. Él me hizo cambiar ¿sabes? Me hizo la vida mejor.

- Me alegro mucho por ti Rebeca. - era cierto de algún modo que había cambiado, por fin había conseguido que alguien la quisiera y no la tratara como un juguete. - Tengo que irme Rebeca. Antes de irme quiero que sepas que todo esta olvidado por mi parte, no más rencores, tal vez él era quien de verdad te hacía falta para cambiar.

- ¿Lo dices de verdad?

-Claro que si Rebeca, es cierto que has cambiado y ahora no pierdas todo esto, hazme caso. Merece la pena cuando encuentras a alguien que de verdad sabe apreciarte.

- Gracias  Blake.-  Rebeca soltó la mano de aquel chico y me dio un sincero abrazo. - que te valla todo bien.

- Igualmente Rebeca.

Salí de la cafetería confusa aún por la situación que acababa de vivir, en realidad, era todo muy extraño, pasé de odiar a Rebeca a sentir cierta amistad con ella, aunque sin pasarse, era cierto que en pasado me había hecho mucho  daño, pero la vida ya se había encargado de hacer que pagara por todas sus cosas y ahora la tocaba ser feliz. En el fondo su historia me dio pena tenía que ser muy duro ver como la gente te utilizaba solo por su propio interés aunque ella hacía lo mismo con los demás... en fin era algo bastante complicado, pero por mi parte estaba todo olvidado total eran tonterías de niñas de instituto y en realidad la que había salido mejor parada fui yo, gracias a sus artimañas Harry y yo estábamos más seguros de que lo nuestro era de verdad y lo mejor de todo era algo duradero.